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Sea leal al Reino de Dios

Sea leal al Reino de Dios

“Ellos no son parte del mundo.” (JUAN 17:16)

CANCIONES 63 Y 129

1, 2. a) ¿Por qué los siervos de Dios no nos metemos en los conflictos que dividen a la gente? (Vea el dibujo del principio del artículo.) b) ¿Qué piensan muchas personas sobre su país, su cultura o su equipo deportivo favorito? c) ¿Qué sucede cuando las personas piensan que son mejores que los demás?

HOY día, muchas personas están divididas por el orgullo que sienten por su país, su raza o su cultura. Pero los siervos de Jehová somos neutrales y no nos metemos en los conflictos que dividen a la gente. ¿Por qué? Porque amamos a Jehová y queremos obedecerle (1 Juan 5:3). No importa dónde vivamos o dónde hayamos nacido, seguimos sus normas. Para nosotros lo más importante es apoyar a Jehová y su gobierno (Mateo 6:33). Por eso podemos decir que no somos “parte del mundo” (lea Juan 17:11, 15, 16; Isaías 2:4).

2 Muchas personas piensan que su país y su cultura son mejores que los demás. Otros piensan lo mismo de su equipo deportivo favorito. Esto hace que muchos compitan entre sí, que se odien y que hasta lleguen a matar a los que no piensan como ellos. Aunque los testigos de Jehová no nos metemos en esos conflictos, puede que lleguen a afectarnos a nosotros y a nuestra familia. Tal vez incluso suframos injusticias terribles. Y eso nos duele, porque Jehová nos creó con la capacidad de saber si algo es injusto (Génesis 1:27; Deuteronomio 32:4). Por eso, cuando algún gobierno hace algo injusto, es posible que queramos hablar mal de él. En esos momentos, ¿logramos mantenernos neutrales?

No debemos pensar que una parte del mundo de Satanás sea mejor que otra

3, 4. a) ¿Por qué los cristianos no nos metemos en temas políticos ni vamos a la guerra? b) ¿Qué veremos en este artículo?

3 Muchas personas participan en conflictos políticos porque el gobierno les dice que eso es lo que deben hacer. Pero los cristianos verdaderos no nos metemos en temas políticos ni vamos a la guerra. ¿Por qué? Porque copiamos el ejemplo de Jesús (Mateo 26:52). No pensamos que una parte del mundo de Satanás sea mejor que otra (2 Corintios 2:11). Por eso no tenemos nada que ver con los conflictos de este mundo (lea Juan 15:18, 19).

4 Como somos imperfectos, puede que algunos todavía tengamos algo en contra de las personas que son diferentes a nosotros (Jeremías 17:9; Efesios 4:22-24). En este artículo veremos cómo la Biblia nos puede ayudar a luchar contra los sentimientos que dividen a las personas. También veremos cómo podemos aprender a ver a los demás como los ven Jehová y Jesús. Eso nos ayudará a ser fieles al gobierno de Dios.

POR QUÉ SOLO APOYAMOS A JEHOVÁ

5, 6. a) ¿Qué pensaba Jesús de los diferentes grupos de personas? b) ¿Por qué pensaba así Jesús?

5 Cuando le cueste mantenerse neutral, pregúntese: “¿Qué habría hecho Jesús?”. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, las personas de Judea, Galilea y Samaria no se llevaban bien. Por ejemplo, los judíos y los samaritanos no se hablaban (Juan 4:9). Dos grupos religiosos judíos llamados fariseos y saduceos siempre estaban discutiendo (Hechos 23:6-9). Los judíos que habían estudiado la ley de Moisés pensaban que eran mejores que los que no la habían estudiado (Juan 7:49). Y muchos odiaban a los cobradores de impuestos y a los romanos (Mateo 9:11). Pero Jesús no se metió en esos conflictos. Es cierto que él defendía la verdad sobre Jehová y sabía que Dios había escogido a los judíos como su pueblo. Pero nunca les enseñó a sus discípulos que ellos eran superiores a los demás (Juan 4:22). En vez de eso, les enseñó a amar a todas las personas (Lucas 10:27).

Jehová y Jesús no piensan que una raza, país o idioma sea mejor que los demás

6 Para Jesús todos los grupos de personas eran iguales. Ninguno era superior a los demás. ¿Por qué? Porque Jehová creó a los humanos para que llenaran la Tierra de diferentes razas (Génesis 1:27, 28). Así que Jehová y Jesús no piensan que una raza, país o idioma sea mejor que los demás (Hechos 10:34, 35; Revelación 7:9, 13, 14). Nosotros debemos pensar igual (Mateo 5:43-48).

7, 8. a) ¿A quién apoyamos los cristianos, y por qué? b) ¿Qué debemos recordar sobre los problemas de este mundo?

7 Los cristianos no apoyamos a ningún gobierno humano. Solo apoyamos a Jehová y su gobierno. ¿Por qué? Porque pensamos que él es el mejor gobernante. Satanás dijo en el jardín de Edén que Jehová no es el mejor gobernante para los humanos. Él cree que su forma de hacer las cosas es mejor que la de Dios y quiere que los humanos crean lo mismo. Jehová permite que cada uno decida a quién apoyará como gobernante. Por eso pregúntese: “¿Obedezco a Jehová porque creo que él es el mejor gobernante? ¿Estoy convencido de que solo el gobierno de Dios podrá resolver todos los problemas? ¿O pienso que no necesitamos que Dios nos gobierne?” (Génesis 3:4, 5).

8 Por ejemplo, si alguien le pregunta lo que piensa sobre algún partido político o alguna organización parecida, ¿qué respondería? Es cierto que algunos de estos grupos son sinceros y quieren ayudar a las personas. Pero recordemos que solo el gobierno de Jehová puede arreglar los problemas de este mundo y eliminar las injusticias. Por eso solo apoyamos a Jehová. Si no lo hiciéramos, habría divisiones dentro de la congregación.

9. a) ¿Qué problema hubo en la congregación de Corinto? b) ¿Qué les dijo Pablo a los cristianos corintios?

9 En el siglo primero hubo un problema en la congregación de la ciudad de Corinto. Algunos cristianos estaban discutiendo porque unos apoyaban a Pablo, otros a Apolos, otros a Cefas y otros a Cristo. Cuando Pablo supo lo que estaba pasando, se preocupó muchísimo. Este era un problema serio, porque estaba en peligro la unidad de la congregación de los corintios. Por eso Pablo les dijo: “Que no haya divisiones entre ustedes”. Además, les dijo que debían estar unidos y tener “la misma forma de pensar”. Hoy debemos seguir estos mismos consejos. Nunca debería haber divisiones en la congregación (1 Corintios 1:10-13; lea Romanos 16:17, 18).

10. ¿Qué quiso enseñar Pablo cuando comparó a los ungidos con embajadores?

10 En otra ocasión, Pablo les recordó a los cristianos ungidos que ellos son ciudadanos del cielo y que no deben centrarse en “las cosas de la tierra” (Filipenses 3:17-20). * (Lea la nota.) Pablo también dijo que los ungidos son como embajadores o representantes de Dios y de Cristo. Cuando un embajador está en otro país, no se mezcla en los problemas y la política de ese lugar. De forma parecida, los ungidos no se mezclan en los problemas y la política del mundo (2 Corintios 5:20). Los cristianos que esperan vivir en la Tierra tampoco se meten en los conflictos de este mundo. Solo apoyan el gobierno de Dios.

APRENDAMOS A VER A LOS DEMÁS COMO JEHOVÁ LOS VE

11, 12. a) Si queremos apoyar el gobierno de Dios, ¿qué no debemos pensar nunca? b) ¿Qué sentía una hermana hacia cierto grupo de personas? c) ¿Qué ayudó a esta hermana a vencer los malos sentimientos?

11 La mayoría de las personas se sienten unidas a la gente que tiene su misma historia, cultura e idioma. A menudo se sienten muy orgullosas de su país. Pero debemos tener cuidado y nunca pensar que somos mejores que los demás. Si pensamos así, tenemos que cambiar. Esto nos ayudará a mantenernos neutrales en cualquier situación. ¿Qué nos puede ayudar a cambiar?

12 Veamos el caso de una hermana llamada Mirjeta. * (Mire la nota.) Ella nació en un país que se llamaba Yugoslavia. Se crió en una zona donde la gente odiaba a las personas que eran de Serbia. Pero aprendió que Jehová no piensa que las personas de un lugar sean mejores que las de otro lugar, y que Satanás quiere que las personas se odien. Así que ella se esforzó por cambiar. Pero cuando empezó una guerra en el país, Mirjeta volvió a tener malos sentimientos hacia los serbios. Ni siquiera quería predicarles. Ella sabía que eso no estaba bien, así que le pidió a Jehová que la ayudara a dejar de tener esos sentimientos. Además, le pidió que la ayudara a ser precursora. Ella dice que la predicación la ha ayudado mucho. Los malos sentimientos que tenía han ido desapareciendo porque cuando predica, se esfuerza por copiar el amor de Jehová.

13. a) ¿Qué le pasó a una hermana llamada Zoila? b) ¿Cómo reaccionó esta hermana? c) ¿Qué nos enseña lo que le pasó a Zoila?

13 Una hermana de México llamada Zoila se mudó a Europa. En su congregación hay hermanos que son de otros lugares de América Latina. Ella dice que algunos de ellos se burlaban de su país, sus costumbres y su música. Eso la ofendía mucho. Pero le pidió a Jehová que la ayudara a no sentirse así. ¿Qué nos enseña lo que le pasó a Zoila? Que puede que a algunos hermanos les cueste controlar sus emociones cuando alguien habla mal de su país. Así que nunca debemos decir o hacer nada que haga parecer a un grupo de personas mejor que otro. No queremos causar divisiones ni dentro ni fuera de la congregación (Romanos 14:19; 2 Corintios 6:3).

Pídale a Jehová que le ayude a ver a los demás como él los ve

14. ¿Qué puede ayudarle a ver a los demás como Jehová los ve?

14 Los siervos de Jehová de todo el mundo estamos muy unidos. Por eso nunca debemos pensar que un lugar o país es mejor que otro. Puede que nuestra familia o las personas que nos rodean nos hayan enseñado a amar nuestro país. Y tal vez todavía sintamos algo contra las personas de otros países, culturas, idiomas o razas. Si ese es su caso, ¿qué le puede ayudar a cambiar? Piense en cómo ve Jehová a las personas que sienten orgullo por su país y creen que son mejores que los demás. Busque información sobre este tema cuando estudie a solas o en familia. Y pídale a Jehová que le ayude a ver a los demás como él los ve (lea Romanos 12:2).

Si queremos ser fieles a Jehová, debemos obedecerle siempre sin importar lo que nos hagan los demás (vea los párrafos 15 y 16)

15, 16. a) ¿Cómo reaccionan algunos al ver que somos diferentes? b) ¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a ser fieles a Jehová?

15 Como somos obedientes a Jehová, a veces nuestros vecinos, familiares y compañeros de trabajo o de escuela se dan cuenta de que somos muy diferentes (1 Pedro 2:19). Jesús dijo que algunos hasta nos odiarían por ser así. Pero recordemos que la mayoría de ellos no saben nada del gobierno de Dios. Por eso no entienden por qué es tan importante para nosotros apoyar solo ese gobierno.

16 Si queremos ser fieles a Jehová, debemos esforzarnos por obedecerle siempre sin importar lo que nos digan o hagan los demás (Daniel 3:16-18). Puede que a los jovencitos les cueste ser diferentes. A algunos puede darles miedo negarse a saludar la bandera o negarse a participar en alguna actividad patriótica. Por eso los padres deben ayudarlos a ser valientes en la escuela. ¿Cómo? En la adoración en familia pueden hablar sobre cómo ve Jehová la cuestión de la bandera y otros asuntos parecidos. Además, pueden enseñarles a explicar sus creencias con claridad y respeto (Romanos 1:16). Y si es necesario, pueden hablar con los maestros para explicarles lo que creemos.

DISFRUTEMOS DE LA VARIEDAD QUE HA HECHO JEHOVÁ

17. a) ¿Qué no deberíamos pensar? b) ¿Por qué no deberíamos insistir en que nuestra manera de hacer las cosas es la mejor?

17 Es normal que nos gusten la comida, el idioma, los paisajes y las costumbres del lugar donde crecimos. Pero no deberíamos pensar que lo que nos gusta a nosotros es mejor que lo que les gusta a los demás. ¿Por qué? Porque Jehová hizo una gran variedad de cosas para que disfrutemos de ellas (Salmo 104:24; Revelación 4:11). Así que no tiene sentido insistir en que nuestra manera de hacer las cosas es la mejor.

Jehová quiere que todo tipo de personas vivan para siempre

18. ¿Cómo nos beneficia ver a los demás como Jehová los ve?

18 Jehová quiere que todo tipo de personas lo conozcan, lo adoren y vivan para siempre (Juan 3:16; 1 Timoteo 2:3, 4). Por eso debemos estar dispuestos a escuchar las opiniones de nuestros hermanos. Y si no están en contra de lo que dice Jehová, podemos aceptarlas aunque sean diferentes a las nuestras. Si lo hacemos, nuestra vida será más interesante, disfrutaremos más de ella y estaremos en paz con nuestros hermanos. Como hemos visto, solo apoyamos a Jehová y su gobierno. Por eso, no nos metemos en los conflictos de este mundo ni promovemos el orgullo y la competencia. Podemos estar agradecidos de que Jehová nos enseñe a amar la paz y a ser humildes. Nos sentimos como el escritor del Salmo 133:1, que dice: “¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!”.

^ párr. 10 Puede que algunos cristianos de la ciudad de Filipos tuvieran la ciudadanía romana. Por eso tenían más derechos que los cristianos que no eran ciudadanos romanos.

^ párr. 12 En este artículo, algunos nombres no son reales.