AYUDA PARA LAS FAMILIAS | PADRES
¿Qué hago si mi hijo se aburre?
Su hijo está en casa, no tiene nada que hacer y le dice: “Estoy aburrido”. Antes de mandarlo a ver la tele o a jugar algún videojuego que le guste, hay algunas cosas que debe tener en cuenta.
Lo que algunos padres han descubierto
A veces, el entretenimiento les produce más aburrimiento. Un padre llamado Robert dice: “A algunos niños las actividades normales de todos los días les parecen aburridas cuando las comparan con ver la tele o jugar videojuegos. Para ellos, la vida real es mucho menos emocionante”.
Su esposa, Bárbara, lo ve igual. Ella dice: “En la vida real hay que pensar y hay que esforzarse, y a veces tardas en ver los resultados. Para los niños que ven mucha tele o pasan mucho tiempo jugando videojuegos, eso es aburridísimo”.
Las redes sociales les despiertan sentimientos negativos. Ver fotos y videos de lo que hacen sus amigos puede hacerles sentir que su vida es aburrida. Una niña que se llama Beth dice: “Es fácil pensar ‘Todo el mundo divirtiéndose, y yo aquí en casa’”.
Es más, uno puede pasarse horas y horas en las redes sociales y acabar sintiéndose vacío y, encima, igual de aburrido. Chris, otro joven, dice: “Las redes sociales pueden mantenerte ocupado, pero cuando terminas te das cuenta de que al final no has hecho nada”.
El aburrimiento puede activar su creatividad. Una madre llamada Katherine dice que, cuando los niños están aburridos, puede despertarse en ellos su lado creativo. Ella pone este ejemplo: “Una simple caja puede convertirse en una cápsula del tiempo, un automóvil, un barco o una nave espacial. Y una sábana sobre un mueble puede ser una tienda de campaña”.
Con razón la psicóloga Sherry Turkle dice que el aburrimiento puede verse como “una llamada de la imaginación”. a Así que el aburrimiento no es algo que haya que evitar a toda costa. De hecho, el libro Disconnected (Desconectados) dice que el aburrimiento pone a trabajar la mente del mismo modo que hacer pesas pone a trabajar los músculos.
Conclusión: No vea el aburrimiento como un problema, sino como una oportunidad para que su hijo sea más creativo.
Lo que puede hacer
Si las circunstancias lo permiten, deje que sus hijos jueguen al aire libre. Bárbara, a quien ya mencionamos, dice: “La luz del sol y el aire fresco hacen milagros con el aburrimiento. Cuando nuestros hijos empezaron a jugar afuera, su imaginación de repente se disparó”.
Texto bíblico clave: “Para todo hay un tiempo determinado; [...] un tiempo para reír [...] y un tiempo para brincar” (Eclesiastés 3:1, 4, nota).
Piense en esto: ¿Qué puedo hacer para que mis hijos pasen más tiempo jugando al aire libre? Y, si no pueden salir, ¿qué actividades creativas podrían hacer en casa?
Ayude a sus hijos a pensar en los demás. Una madre llamada Lillian da algunas ideas: “Podrían cortarle el césped a un abuelito, barrerle el patio o cocinarle algo, o simplemente pasar a saludar. No hay nada como hacer cosas por otros para sentirse feliz”.
Texto bíblico clave: “El generoso prosperará y el que reconforta a otros será reconfortado” (Proverbios 11:25).
Piense en esto: ¿Qué puedo hacer para que mis hijos disfruten de hacer cosas por otros?
Enseñe con el ejemplo. Su manera de hablar de las cosas que hace en el día a día puede influir en sus hijos. Una madre llamada Sarah dice: “Si damos a entender que nuestra vida es aburrida, entonces nuestros hijos aprenderán a aburrirse. Pero, si somos positivos y hablamos con entusiasmo de las cosas cotidianas que hacemos, nuestros hijos se contagiarán”.
Texto bíblico clave: “El que tiene un corazón alegre goza de un banquete continuo” (Proverbios 15:15).
Piense en esto: ¿Qué me oyen decir mis hijos cuando hablo de las cosas que hacemos todos los días? ¿Qué me ven hacer cuando yo estoy aburrido?
Sugerencia: Siéntese con sus hijos y hagan juntos una lista de actividades creativas que se les ocurran. Una madre llamada Allison dice: “En casa tenemos un buzón de sugerencias donde todos en la familia podemos poner nuestras ideas”.
a Del libro En defensa de la conversación.