LOS JÓVENES PREGUNTAN
¿Cómo puedo conseguir más privacidad?
¿Por qué tus padres se meten en tu vida?
Tus padres dicen que lo hacen porque se preocupan por ti, pero tú piensas que no respetan tu privacidad. Mira lo que cuentan estas chicas:
“Mi papá siempre me agarra el teléfono, me pide la contraseña y se pone a mirar todos mis mensajes —dice una chica llamada Erin—. Si me molesto, ya piensa que es porque le estoy ocultando algo”.
Denise, de poco más de 20 años, recuerda que su madre miraba con lupa la lista de llamadas de la factura telefónica. Ella dice: “Se fijaba en cada número y me preguntaba de quién era y de qué habíamos hablado”.
Una muchacha de nombre Kayla cuenta que una vez su madre leyó su diario. Ella recuerda: “Allí expresaba mis sentimientos, ¡y hasta había escrito cosas de ella! Después de eso, dejé de escribir en él”.
Conclusión: Tus padres son los responsables de tu bienestar, y son ellos quienes deciden lo estrictos que van a ser contigo. A veces, pudiera parecerte que se están pasando de la raya. Pero hay cosas que puedes hacer para ganarte su confianza y conseguir más privacidad.
Lo que puedes hacer
Sé franco y transparente. La Biblia nos anima a “comportarnos honradamente en todas las cosas” (Hebreos 13:18). Si eres sincero y abierto con tus padres y no les escondes nada, será más probable que te den mayor privacidad.
Piensa en esto: ¿Qué reputación te has ganado? ¿Llegas a casa más tarde de lo que debes? ¿Les escondes a tus padres quiénes son tus amigos y las cosas que haces?
“Sé que tengo que poner de mi parte. Por eso, no me guardo secretos y les cuento a mis padres todo lo que quieren saber. Así consigo que confíen en mí y me den más privacidad” (Delia).
Sé paciente. La Biblia dice: “Sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son” (2 Corintios 13:5). Ganarse la confianza de los demás toma tiempo, pero vale la pena.
Piensa en esto: Tus padres también fueron jóvenes. ¿Crees que eso tiene algo que ver con el hecho de que se preocupen por ti?
“Supongo que los padres se acuerdan de los errores que cometieron de jóvenes y no quieren que sus hijos pasen por lo mismo” (Daniel).
Ponte en su lugar. Intenta ver las cosas desde el punto de vista de tus padres. La Biblia dice que una buena esposa “vigila cómo marchan los asuntos de su casa” y que un buen padre cría a sus hijos “en la disciplina y regulación mental [o guía] de Jehová” (Proverbios 31:27; Efesios 6:4). Para conseguir eso tienen que estar pendientes de ti.
Piensa en esto: Si tuvieras hijos —sabiendo cómo son los jóvenes—, ¿les darías privacidad completa, sin ningún tipo de control?
“Cuando eres joven, te puede parecer que tus padres no respetan tu privacidad. Pero ahora que ya soy mayor entiendo por qué lo hacen: porque nos quieren” (James).