El 15 de septiembre de 2024, abrió sus puertas una exposición temporal titulada “Los testigos de Jehová se mantienen firmes ante el ataque nazi” en el museo conmemorativo de Sachsenhausen (Oranienburg, Alemania). Esta exposición, que cerrará a mediados de diciembre de 2024, se inauguró el mismo día que se cumplieron 85 años de la ejecución de August Dickmann. August fue el primer objetor de conciencia ejecutado por razones religiosas a manos de los nazis del que se tiene registro.

El gobierno nazi ejecutó a más de 280 testigos de Jehová que fueron sentenciados a muerte por negarse a servir en el ejército. En esta exposición hay 33 paneles con imágenes y experiencias de varios de estos Testigos fieles. Una de esas experiencias es la de la hermana Emmy Zehden. Ella fue ejecutada en la prisión de Plötzensee (Berlín, Alemania) el 9 de junio de 1944. La asesinaron por esconder con valor a tres hermanos que se negaron a hacer el servicio militar: Horst —su hijo adoptivo—, Gerhard Liebold y Werner Gaßner.

El día que se inauguró la exposición, el hermano Hans-Joachim Rehwald habló sobre la historia de su padre, Josef. En 1938, Josef se negó a unirse al ejército alemán. Como consecuencia, lo arrestaron y lo condenaron a un año en prisión. Pasó por tres campos de concentración, incluido el de Sachsenhausen. También presenció la ejecución de August Dickmann. Pero, a pesar de todo, su fe no se debilitó y sus ganas de ser leal a Jehová no se apagaron. Después de ver la exposición, un hermano dijo: “Quedé impactado por todo lo que mis hermanos estuvieron dispuestos a hacer para mantenerse neutrales... ¡se jugaban la vida! Ellos fueron siempre fuertes, fieles y firmes. Y yo quiero ser como ellos”.

Valoramos mucho a nuestros hermanos y hermanas que mostraron valentía y se mantuvieron firmes bajo el régimen nazi. En estos momentos, muchos Testigos se enfrentan a situaciones que ponen a prueba su neutralidad cristiana. El extraordinario ejemplo de fe de nuestros hermanos del pasado nos deja bien claro que Jehová nos hará firmes y fuertes ante cualquier dificultad que enfrentemos (1 Pedro 5:10).