En Armenia, los testigos de Jehová pueden practicar su fe libremente y realizar sus actividades religiosas sin grandes obstáculos. En octubre de 2004 obtuvieron reconocimiento legal.

Hasta octubre de 2013, el mayor problema al que se enfrentaban los Testigos era que no existía en el país un servicio civil sustitutorio que pudieran aceptar, ya que el que había se realizaba bajo supervisión militar y era un castigo. Desde 1993, cientos de jóvenes Testigos tuvieron que soportar largas condenas de prisión en condiciones penosas por su objeción de conciencia al servicio militar. El 8 de junio de 2013, el gobierno modificó la Ley de Servicio Alternativo de acuerdo a la normativa europea. El 23 de octubre de 2013, la comisión republicana de Armenia aprobó las primeras 57 solicitudes de los Testigos para realizar un servicio civil sustitutorio. Los resultados han sido muy positivos, pues les ha permitido hacer algo útil por su país sin renunciar a sus creencias religiosas.

Aunque la situación legal ha mejorado, los testigos de Jehová siguen sufriendo discriminación. En algunas localidades no les dan permisos para construir lugares de reunión. Además, los funcionarios de aduana fijan impuestos extremadamente elevados para la importación de sus publicaciones religiosas. Y hay opositores que calumnian a los Testigos en los medios de comunicación y en foros públicos. Los testigos de Jehová han acudido a tribunales armenios e internacionales para acabar con esta discriminación.