El 15 de diciembre de 2020, el Comité de Derechos Humanos de la ONU emitió dos importantes fallos a favor de los testigos de Jehová de Azerbaiyán. Los casos implicados fueron 1) Rahima Huseynova contra Azerbaiyán y 2) Saladdin Mammadov, Rashad Niftaliyev y Sadagat Abbasova contra Azerbaiyán. En ambos casos, el comité dictaminó que el Estado había violado los derechos de los testigos de Jehová y pidió que Azerbaiyán cambiara sus leyes para que esto no volviera a suceder.

El caso de Rahima Huseynova contra Azerbaiyán tenía que ver con un incidente que ocurrió en diciembre de 2014 en la ciudad de Bakú. La policía detuvo a Rahima Huseynova por hablar de sus creencias. Después, un tribunal de distrito le impuso una multa de 1.500 manates azerbaiyanos (882 dólares) porque en ese momento los testigos de Jehová todavía no estaban registrados legalmente en Bakú. a Rahima presentó una apelación, pero el Tribunal de Apelaciones de Bakú mantuvo su decisión. Así que nuestra hermana decidió llevar el caso ante un tribunal internacional.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU dictaminó que el Estado había violado el artículo 18 (1) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Además, exigió que Azerbaiyán le pagara una indemnización a Rahima. Es interesante que, en los dictámenes que publicó, el comité dijo que Azerbaiyán también tenía “la obligación de tomar todas las medidas necesarias para evitar violaciones similares en el futuro, lo que incluye revisar sus leyes, reglamentos y/o prácticas con el objetivo de garantizar que se respeten plenamente los derechos establecidos en el artículo 18”.

El caso de Saladdin Mammadov, Rashad Niftaliyev y Sadagat Abbasova contra Azerbaiyán tenía que ver con un incidente que ocurrió en octubre de 2014. Un grupo de testigos de Jehová de la ciudad de Ganyá se había reunido para estudiar la Biblia en la casa de Saladdin Mammadov. La policía irrumpió en aquella pequeña reunión, registró la casa y confiscó biblias y otros artículos. Además, se llevaron a Saladdin, a Rashad y a la hermana Sadagat a la estación de policía, donde los retuvieron durante más de seis horas. Dos días después, los citaron en el Tribunal de Distrito Nizami de la ciudad de Ganyá. El tribunal decidió que la reunión era ilegal porque el grupo no estaba registrado como religión en Ganyá, y le impuso a cada uno de ellos una multa de 2.000 manates azerbaiyanos (1.176 dólares). Los hermanos presentaron una apelación ante el Tribunal de Apelaciones de Ganyá, pero la decisión del tribunal de distrito fue ratificada. Así que decidieron llevar el caso ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU llegó a la conclusión de que Azerbaiyán había violado varios artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y que tenía que indemnizar a los tres Testigos. Llama la atención que, en los dictámenes que publicó, el comité dijo que “el tribunal de distrito no presentó ningún argumento para explicar por qué era necesario que los implicados estuvieran registrados en el Gobierno para poder practicar su religión juntos en una casa privada”. Esto confirma que los testigos de Jehová de Azerbaiyán tienen el derecho de celebrar reuniones religiosas sin tener que estar registrados legalmente.

Al igual que en el caso de Rahima Huseynova, el comité le pidió a Azerbaiyán que revisara sus “leyes, reglamentos y/o prácticas” para garantizar que se respeten los derechos establecidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

En los últimos años, la situación en Azerbaiyán ha mejorado y las autoridades no han violado los derechos religiosos de nuestros hermanos. Eso nos alegra mucho y esperamos que estas dos decisiones ayuden a seguir estableciendo legalmente las buenas noticias en Azerbaiyán (Filipenses 1:7).