El 23 de marzo de 2016, unos policías de la ciudad de Gakh interrumpieron bruscamente la celebración de la Conmemoración de la muerte de Cristo, la ocasión sagrada más importante del año para los testigos de Jehová. Esta reunión se estaba celebrando en un hogar privado. Los policías mostraron lo que se suponía que era una orden de registro y confiscaron algunas publicaciones personales de los presentes, incluso Biblias. Luego llevaron a todos los asistentes a la comisaría, donde los interrogaron y les ordenaron que pusieran por escrito sus declaraciones. Todos fueron liberados después de que la policía redactara informes sobre seis Testigos varones, a quienes se les podrían imputar cargos bajo el código de Infracciones Administrativas.