El Tribunal Europeo de Derechos Humanos decidió de manera unánime que el Gobierno de Bélgica había discriminado a los testigos de Jehová. Eso se debe a que en Bélgica se empezaron a imponer impuestos a las propiedades de nueve congregaciones de la región de Bruselas, capital del país. La decisión que tomó el tribunal europeo —publicada el 5 de abril de 2022— en el caso Asamblea Cristiana de los Testigos de Jehová y otros contra Bélgica, podría servir para proteger nuestra libertad religiosa no solo en Bélgica, sino en otros países de Europa.

Hasta el 2018, ninguna de las religiones de la región de Bruselas tenía que pagar impuestos por sus lugares de adoración. Pero ese año las autoridades de la región cambiaron la ley para que solo seis “religiones reconocidas” se beneficiaran de esa concesión. Debido al cambio en la ley, los Testigos iban a tener que pagar muchos impuestos por sus Salones del Reino de Bruselas. El pago anual de esos impuestos sería de casi 45.000 euros (49.025 dólares).

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró que la región de Bruselas había discriminado a los testigos de Jehová y había violado el Convenio Europeo de Derechos Humanos al darle ese beneficio fiscal solo a las seis “religiones reconocidas” por el Gobierno.

Las autoridades de Bélgica afirmaron que los testigos de Jehová podían solicitar el reconocimiento del Estado. Sin embargo, el tribunal europeo rechazó ese argumento. ¿Por qué? Porque en Bélgica únicamente el Ministerio de Justicia tiene el poder de iniciar el trámite para que una religión sea reconocida por el Estado. Y, además, la decisión de otorgar o no ese reconocimiento depende solo del criterio de las autoridades legislativas del país.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dijo que el proceso que hay en Bélgica para que el Gobierno reconozca una religión puede ser arbitrario. Y añadió que no es razonable esperar que los grupos religiosos pidan su reconocimiento y el beneficio fiscal para sus propiedades mediante este proceso, porque es un proceso que no ofrece garantías mínimas de imparcialidad. Por esa razón, el tribunal europeo le pidió a Bélgica que tratara de manera neutral e imparcial a grupos religiosos como los testigos de Jehová.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dejó claro que las autoridades estatales no pueden decidir si ciertas creencias religiosas son legítimas o genuinas. Y dijo que tampoco pueden decidir la forma en que las personas practicarán su religión. Además, la decisión de este tribunal puede ayudar a que otros países europeos no aprueben leyes fiscales que discriminen a nuestra organización.

Le damos las gracias a Jehová por todas las victorias legales que nos ayudan a poner en alto su nombre (Apocalipsis 15:4).