El 10 de noviembre de 2020, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos emitió un fallo en el que declaraba que el Gobierno de Bulgaria había violado el derecho a la libertad de religión de los testigos de Jehová. En vista de esa decisión, las autoridades deberían permitir que se reanude la construcción de un Salón del Reino en la ciudad de Varna (Bulgaria), un Salón que los Testigos no han podido terminar por culpa de todos los obstáculos que les han puesto durante más de 10 años. Además, el Tribunal Europeo ordenó al Gobierno búlgaro que les pagara a los Testigos una indemnización de 9.600 euros (11.500 dólares).

El caso surgió a raíz de la construcción de un Salón del Reino en una propiedad que los Testigos habían comprado en enero de 2006. En mayo de 2007, las autoridades municipales de Varna aprobaron el proyecto de construcción, y nuestros hermanos empezaron a trabajar de inmediato. Pero en julio de ese año el alcalde detuvo la obra alegando que no se estaban cumpliendo las normas. Ese mismo mes, un conocido partido político nacionalista de Bulgaria pegó carteles en la propiedad y organizó una protesta masiva contra el proyecto de construcción.

Según la declaración del Tribunal Europeo, las autoridades de Varna habían calumniado públicamente a los testigos de Jehová y habían “apoyado abiertamente las protestas”. El alcalde también había expresado su apoyo a esas protestas en unas declaraciones ante los medios de comunicación.

Aunque el alcalde y otras autoridades habían dejado muy claros sus prejuicios, aseguraron que no paraban el proyecto de construcción por discriminación religiosa, sino porque no podían ponerse de acuerdo sobre las normas de uso del suelo.

Los Testigos presentaron muchas apelaciones ante los tribunales de Bulgaria, incluso ante el Tribunal Supremo Administrativo, pero no sirvió de nada. Así que, durante un tiempo, la congregación local tuvo que alquilar un lugar para celebrar sus reuniones.

El Tribunal Europeo llegó a la conclusión de que no se podía justificar la conducta de las autoridades. Con seis votos a favor y uno en contra, el Tribunal decidió que, al detener la construcción del Salón del Reino, las autoridades municipales de Varna habían violado el derecho a la “libertad de pensamiento, de conciencia y de religión”, garantizado en los artículos 9 y 11 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Nuestros hermanos esperan que las autoridades de la ciudad respeten la decisión tomada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y les permitan terminar por fin la construcción del Salón del Reino en la ciudad de Varna, lo que contribuirá al bienestar de la comunidad y dejará en alto el nombre de Dios. Cuánto le agradecemos a Jehová que siempre nos apoye (Salmo 54:4).