Información general
En Bulgaria ha habido testigos de Jehová desde 1888. Se registraron como entidad jurídica en el país en 1938, pero la inscripción fue anulada cuando el partido comunista subió al poder en 1944. Los Testigos sufrieron fuertes restricciones hasta 1991, año en el que se registraron oficialmente como Asociación Cristiana de los Testigos de Jehová. Sin embargo, en 1994, después de una campaña pública de difamación contra las religiones “no tradicionales” y la adopción de una ley religiosa más restrictiva, tanto los Testigos como otras minorías religiosas perdieron su reconocimiento legal. A raíz de eso, la policía arrestó a algunos Testigos, interrumpió sus reuniones religiosas y confiscó sus publicaciones. Los tribunales búlgaros no proporcionaron amparo legal a los testigos de Jehová.
Después de agotar todos los recursos legales del país, los Testigos presentaron una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En 1998, 2001 y 2004, dicho tribunal aceptó los acuerdos amistosos a los que el gobierno búlgaro y los Testigos habían llegado. Después de esto, el gobierno de Bulgaria volvió a registrar como religión a los testigos de Jehová. También reconoció su derecho a la libertad de religión, a la objeción de conciencia al servicio militar, a realizar un servicio civil sustitutorio y a hablar de sus creencias sin impedimentos.
Los testigos de Jehová de Bulgaria están agradecidos de tener cierta medida de libertad religiosa y de, por lo general, poder llevar a cabo sus actividades en paz. Sin embargo, algunos municipios búlgaros están poniendo trabas a las actividades religiosas de los Testigos. Por ejemplo, aplican mal ciertas ordenanzas referentes a la predicación y rechazan darles permisos para construir Salones del Reino. Además, algunas personas han atacado y acosado a testigos de Jehová. Aunque la policía suele ayudar, normalmente no lleva a juicio a los culpables ni protege a las víctimas. Los Testigos siguen acudiendo a las autoridades búlgaras para resolver estos asuntos. En la actualidad, todavía hay un caso pendiente ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre un Salón del Reino.