Desde finales de abril de 2021, Colombia ha vivido una ola de disturbios y protestas sociales. Ningún testigo de Jehová ha resultado herido ni ha perdido la vida. Sin embargo, en algunas zonas del país es difícil conseguir alimentos y combustible. Así que nuestros hermanos están sufriendo las consecuencias de esta situación, además de los problemas ya provocados por la pandemia del COVID-19.

Para atender esta emergencia, el Comité de Sucursal de Colombia formó cinco Comités de Socorro. Estos hermanos están ayudando en todo lo que hace falta mientras cumplen con las medidas de seguridad exigidas por el COVID-19. Los Testigos de la zona se están ayudando unos a otros, sobre todo para conseguir comida. Los ancianos de las congregaciones locales y los superintendentes de circuito también están animando y consolando con la Biblia a nuestros hermanos.

Almond Winklaar, que colabora con uno de los comités, dice: “Estamos pasando por una situación muy difícil. Le doy gracias a Jehová por actuar tan rápido para cuidar de sus siervos en estos momentos tan duros”.

En la congregación La Loma Arena, 18 Testigos y sus familiares recibieron comida. Un matrimonio de precursores de la congregación dijo: “Nos sentimos muy emocionados cuando el Comité de Socorro nos trajo lo que nos hacía falta. Estamos seguros de que fue una respuesta a nuestras oraciones. Les damos muchas gracias a nuestros hermanos —que son como nuestra familia—, pues nos dieron justo lo que necesitábamos. También le damos gracias a Jehová por darnos las fuerzas para aguantar”.

Los empleados de un gran supermercado donde los comités compraron muchos de los productos dijeron que estaban muy asombrados por la ayuda humanitaria. Uno de ellos comentó: “Sabía que los testigos de Jehová visitan a las personas en sus casas para hablarles de la Biblia, pero esta bonita labor que están haciendo de ayudar a los más necesitados me deja sin palabras”.

A pesar de todos los retos que esta situación presenta, nuestros hermanos siguen predicando y asistiendo a las reuniones. Estamos seguros de que Jehová no dejará de darles lo que necesitan, tanto en sentido material como espiritual, porque “ellos no son parte del mundo” (Juan 17:16).