En los últimos meses, varios incendios forestales han arrasado el estado de California. El fuego ha quemado un área de unos 362 kilómetros cuadrados (140 millas cuadradas) y ha dejado atrás un paisaje desolador.

Debido a los incendios, la sucursal de Estados Unidos informa que más de 1.700 Testigos tuvieron que ser evacuados. Ninguno de ellos falleció ni sufrió heridas. Sin embargo, en el incendio Sandalwood, que comenzó el 10 de octubre de 2019 en Calimesa, uno de nuestros hermanos perdió su casa. Además, algunas otras casas fueron afectadas por el humo. La mayoría de los evacuados han podido regresar a sus hogares.

“En estas situaciones es muy importante que obedezcamos las instrucciones y que no pensemos que se está exagerando”, dijo un anciano de congregación que vive en una de las áreas afectadas por los incendios. Y añadió: “Los hermanos se alejaron rápidamente de las zonas peligrosas, y eso les permitió a los bomberos centrarse en combatir las llamas en vez de en buscar a la gente”.

Los superintendentes de circuito y los ancianos del área siguen organizando la distribución de los artículos de primera necesidad para los evacuados. El amor y la hospitalidad que han mostrado los publicadores de las áreas cercanas han sido extraordinarios. Hablando de este asunto, un superintendente de circuito dijo: “No hemos tenido ningún problema a la hora de encontrar alojamiento para los hermanos afectados”.

Le damos las gracias a Jehová porque muchos “se han convertido en una fuente de gran consuelo” para los hermanos afectados por estos incendios (Colosenses 4:11).