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Izquierda: Miles de personas escucharon a Joseph Rutherford cuando animó a todos los asistentes a anunciar al Rey y su Reino en la asamblea histórica de nueve días que tuvo lugar en Cedar Point (Ohio, Estados Unidos). Derecha: Rutherford usa un micrófono que amplifica su voz para dirigirse al auditorio durante la asamblea.

6 DE OCTUBRE DE 2022
ESTADOS UNIDOS

Se cumplen 100 años de la asamblea de Cedar Point

Una nueva exposición para recordar el acontecimiento

Se cumplen 100 años de la asamblea de Cedar Point

Uno de los acontecimientos más relevantes de nuestra historia moderna tuvo lugar hace 100 años. Del 5 al 13 de septiembre de 1922, los testigos de Jehová celebramos una asamblea de 9 días en Cedar Point (Ohio, Estados Unidos). Hubo delegados de Estados Unidos, de Canadá y de Europa. La media de asistencia fue de 10.000 personas, y los discursos se presentaron simultáneamente en nada menos que 11 idiomas.

En la central mundial de los testigos de Jehová, se acaba de inaugurar una exposición que cuenta la historia de este acontecimiento y destaca el impacto que tuvo en la obra de la predicación. En la actualidad, la exposición está abierta para la familia Betel, y cuando se reanuden las visitas también lo estará para el público.

El momento más importante de la asamblea llegó el 8 de septiembre. Aquel día, unas 8.000 personas llenaron un auditorio situado a orillas del impresionante lago Erie. Fueron para escuchar el discurso de Joseph Rutherford titulado “El Reino”.

Después de 90 minutos de discurso, el entusiasmo aumentó cuando Joseph Rutherford alzó la voz y les preguntó a los asistentes si creían que Cristo estaba reinando. De inmediato, el auditorio contestó con un estruendoso sí. Entonces Rutherford dijo: “Ustedes son sus agentes de publicidad. Por lo tanto, anuncien, anuncien, anuncien”. En ese momento, se desplegó un gran cartel que decía: “Anuncien al Rey y su Reino”.

Cuando los asistentes escucharon aquellas palabras, sintieron muchas ganas de salir a predicar. Muchos de ellos ya lo hacían. Pero el discurso de Rutherford los animó a esforzarse aún más, pues se estaba empezando a predicar de casa en casa de forma más organizada. Ethel Bennecoff, que tenía cerca de 30 años, contó que después de aquel discurso los Estudiantes de la Biblia fueron a predicar con más celo y amor que nunca. Odessa Tuck, que tenía 18 años en 1922, comentó que quería ser igual que Isaías, que dijo: “¡Aquí estoy yo! ¡Envíame a mí!”.

Muchas personas se bautizaron en la asamblea de Cedar Point en 1922.

Dos días después del discurso de Joseph Rutherford, la Asociación Internacional de los Estudiantes de la Biblia adoptó una resolución. Aquella declaración decía, en parte: “Como un grupo de cristianos consagrados a obedecer y seguir a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nos hallamos opuestos a tomar parte en guerras, revoluciones, anarquía o violencia de cualquier forma, y también nos hallamos opuestos al fraude y la decepción que se practica sobre la gente por medio de la mala interpretación que se da a la Palabra de Dios y por otras causas. Ardientemente deseamos la paz” (grafía actualizada). Aquella resolución dejó claro que los Estudiantes de la Biblia eran diferentes de otras religiones que hacía poco habían apoyado las barbaridades cometidas durante la Primera Guerra Mundial. Esas religiones harían lo mismo años más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial.

Un artículo de La Atalaya del 15 de junio de 1922 decía: “Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que la asamblea de 1922 sea la mejor que se haya celebrado. […] Esperamos que sea un acontecimiento inolvidable para los miles de personas que estarán presentes”.

Está claro que aquel objetivo se cumplió. Cien años más tarde, Jehová sigue bendiciendo la obra de anunciar al Rey y su Reino (Mateo 24:14).