La tormenta tropical Florence ha inundado grandes zonas de Carolina del Norte, Carolina del Sur y otros estados. Florence empezó como huracán de categoría 4 y ya ha acabado con la vida de al menos 32 personas y obligado a miles a abandonar sus hogares.

La sucursal de Estados Unidos informa que ningún publicador ha muerto ni ha resultado herido de gravedad a causa de la tormenta, aunque más de 4.000 Testigos han tenido que ser evacuados. A pesar de que las condiciones están mejorando, todavía no se puede acceder a algunas zonas debido a las fuertes inundaciones. Las evaluaciones recientes indican que la tormenta provocó daños en 351 casas de hermanos y en 21 Salones del Reino.

Un Comité de Socorro está coordinando las labores para suministrar alimento, agua, ropa, alojamiento y atender las necesidades médicas básicas de los afectados. Como parte de las labores de socorro, se formaron dos equipos que trabajan en la retirada de árboles. Ahora, las inundaciones son la principal preocupación, así que están llegando voluntarios de las congregaciones cercanas y de otros lugares para colaborar con el Comité de Socorro. Los ancianos de congregación y los superintendentes de circuito de la zona están visitando a los afectados para darles ánimo espiritual.

Oramos por los hermanos que están pasando por dificultades debido a esta tormenta y esperamos que pronto llegue el día en que nada nos haga sentir miedo (Isaías 12:2).