MANILA (Filipinas). El martes 4 de diciembre de 2012, un fuerte tifón devastó Filipinas causando la muerte de más de 1.000 personas y la evacuación de otras 970.000. Un mes después, los testigos de Jehová continúan las labores de socorro para ayudar a las víctimas del tifón Bopha (o Pablo, como se le llama localmente).

Lamentablemente, la sucursal de los testigos de Jehová de Filipinas confirmó el 7 de enero que 5 Testigos murieron debido a la tormenta y que otro fue hospitalizado tras haber sufrido una grave lesión en la columna vertebral. Además, unas 520 familias de Testigos tuvieron que ser evacuadas, 140 hogares quedaron totalmente destruidos y otros 400 sufrieron daños.

Representantes de la sucursal visitaron personalmente las áreas arrasadas por el tifón y evaluaron los daños, organizaron las labores de socorro y dieron consuelo y ayuda espiritual a las víctimas. Los Testigos formaron un comité para coordinar 7 centros de socorro y ayudar a los voluntarios locales a distribuir suministros.

La tormenta se llevó por delante la principal fuente de ingresos y alimento de algunas áreas del país. Destruyó arrozales, plantaciones de bananas y cocoteros. De inmediato, el comité de socorro de los Testigos envió por carretera unos 13.000 kilos (28.000 libras) de alimento. Sin embargo, entregar los suministros a una de las áreas afectadas era prácticamente imposible debido al derrumbe de un puente.

El tifón también destruyó 2 Salones del Reino, o lugares de culto, y causó daños en otros 15. Aun así, algunos quedaron en buenas condiciones, y quienes tuvieron que dejar sus hogares se refugiaron temporalmente en ellos. El comité de socorro está trabajando para dar un hogar adecuado a estas víctimas.

Todas estas labores de socorro se llevan a cabo gracias a las donaciones de los testigos de Jehová del país y del resto del mundo. El Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová utiliza los fondos donados a la obra mundial para cubrir esos gastos.

Dean Jacek, portavoz de los testigos de Jehová de Filipinas, comentó lo siguiente: “Estamos profundamente apenados por haber perdido a amigos y a hermanos en la fe y lamentamos todo el daño que esta tormenta ha causado. Pero vamos a hacer todo lo que podamos por apoyar las labores de socorro y dar consuelo y ayuda espiritual a los afectados”.

Contactos:

Internacional: J. R. Brown, Oficina de Información Pública, tel. +1 718 560 5000

Filipinas: Dean Jacek, tel. +63 2 411 6090