7 DE ENERO DE 2019
GRECIA
Una batalla por la libertad que duró 50 años
Hace ochenta años, un barco de prisioneros llevó a Minos Kokkinakis a la isla griega de Amorgós, en el mar Egeo, donde estuvo exiliado trece meses. Sin haber sido juzgado, un tribunal griego lo condenó por violar una nueva ley que prohibía el proselitismo. Su arresto fue el primero de los 19.147 que se efectuaron contra los testigos de Jehová entre 1938 y 1992 por desobedecer una ley impuesta por el dictador Ioannis Metaxás. Durante esos años, cientos de Testigos griegos se enfrentaron con valor a ataques violentos, arrestos y condenas de cárcel por predicar el mensaje de las buenas nuevas.
Cuando tenía unos 30 años, Minos Kokkinakis empezó una batalla legal, que duró 50 años, por el derecho a hablar de sus creencias. Lo arrestaron más de 60 veces y pasó más de 6 años en varias cárceles e islas penales, donde él y otros Testigos soportaron terribles condiciones. A los 77 años, interpuso un recurso legal contra su último arresto, pero no tuvo éxito. Posteriormente, llevó su caso hasta el Tribunal Supremo de Grecia. Luego, solicitó la revisión de su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y alegó que Grecia había violado su libertad religiosa. En 1993, a los 84 años de edad, Minos Kokkinakis obtuvo una trascendental victoria legal. Esta fue la primera vez que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenaba a un país por violar el derecho a la libertad religiosa. a En el 2018 se cumplió el 25 aniversario de esta decisión histórica. Un profesor en Derecho internacional público escribió: “El fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso Kokkinakis es probablemente el más citado sobre libertad de religión o creencia”.
La sentencia del caso Kokkinakis estableció un precedente legal que sigue siendo importante en esta época en la que algunos gobiernos, como el de Rusia, tratan de negarles a nuestros hermanos el derecho a practicar su religión libremente.
La fe del hermano Kokkinakis y su constancia en la predicación son un ejemplo sobresaliente para los hermanos y hermanas que se enfrentan a oposición por predicar el mensaje bíblico. Todavía hoy se recuerda la extraordinaria integridad de Minos Kokkinakis (Romanos 1:8).
a Minos Kokkinakis murió en enero de 1999.