En septiembre de 2023, los testigos de Jehová participaron en una campaña para anunciar el Reino de Dios por todo el mundo. Utilizaron el número 2 del 2020 de la revista La Atalaya, con el título “¿Qué es el Reino de Dios?”. a ¿Qué impacto tuvo esta campaña en personas de todo el mundo? Veamos algunas experiencias.

En Southport (Inglaterra), Mark y su hijo Flynn, de 10 años, estaban participando en la campaña. En la primera puerta a la que tocaron, salió una mujer que le quitó a Mark la revista de las manos. Cuando vio la pregunta de la portada, dijo: “¡No puedo creer que hayan venido justo hoy! Ahora más que nunca necesito saber la respuesta a esta pregunta”. Con los ojos llenos de lágrimas, les explicó que su hijo había muerto hacía poco y que ella estaba buscando algo que la consolara. Entonces Mark le habló de la esperanza de la resurrección. Esta promesa del Reino le llegó al corazón, y quiso saber más. Cuando Mark y Flynn volvieron a visitarla, ella y su esposo enseguida aceptaron el folleto Disfrute de la vida y comenzaron a estudiar la Biblia.

Mientras esperaba a ser atendido en el médico, un Testigo llamado Frederick comenzó a conversar con un hombre que también estaba esperando con su hijo. Al cabo de un rato, Frederick le dijo al hombre que la Biblia promete que pronto las enfermedades y el sufrimiento serán cosa del pasado. Después lo invitó a leer lo que Jesús dijo sobre el Reino de Dios en Mateo 6:9, 10, y le preguntó: “Entonces, ¿cómo se eliminará el sufrimiento?”. El hombre contestó: “Por medio de Dios y su Reino”. Y a continuación le preguntó a Frederick qué era el Reino de Dios. Pero justo en ese momento el padre y el hijo tuvieron que irse porque el médico los llamó. Enseguida, Frederick le dio al hombre su dirección y un ejemplar de La Atalaya. A la mañana siguiente, Frederick se sorprendió mucho cuando el hombre y su esposa tocaron a la puerta de su casa: querían saber más sobre las bendiciones del Reino. Muy contento, Frederick hizo planes para seguir conversando con ellos.

Dos de nuestras hermanas le ofrecieron La Atalaya al jefe de una aldea y le explicaron que el Reino de Dios pronto gobernará toda la Tierra. Entonces el jefe les preguntó: “¿Quieren decir que algún día perderé mi reino?”. Cuando las hermanas le mostraron que solo el Reino de Dios puede solucionar los problemas de la humanidad, él admitió: “Son buenas noticias. Aunque soy jefe de una aldea, me doy cuenta de que ni siquiera los jefes podemos hacer lo que el Reino de Dios hará por todas las personas”. Así que les pidió cinco revistas más para dárselas a otros jefes y dijo que le encantaría seguir conversando más sobre la Biblia.

En el estado de Puebla (México), una publicadora que viajaba en un autobús le preguntó a un señor mayor si le podía leer unas palabras animadoras. El señor aceptó y nuestra hermana le leyó las palabras de Mateo 6:9, 10, donde Jesús habló del Reino de Dios. A continuación, el hombre le preguntó: “¿Y qué es el Reino de Dios? La verdad es que nunca he leído la Biblia ni he hablado con los testigos de Jehová”. Ella le respondió usando La Atalaya en su dispositivo móvil. Además, le explicó cómo podía encontrar las respuestas en la aplicación JW Library, ya que el señor tenía más preguntas. Para instalar la aplicación, el hombre empezó a borrar cosas de su dispositivo porque tenía poco espacio libre, y dijo: “Es más importante aprender del Reino de Dios”. Durante el viaje él leyó La Atalaya completa, analizó con la publicadora la primera lección del folleto Disfrute de la vida y aceptó un curso bíblico. Le dio las gracias varias veces a nuestra hermana y dijo que quería asistir a las reuniones en el Salón del Reino.

En la predicación de casa en casa, un hermano llamado Ben le explicó a una madre joven que el Reino de Dios eliminará todo lo que nos causa angustia. Entonces ella dijo: “Anoche no podía dormir por la ansiedad que me dio al pensar en lo que podría pasar en el futuro. ¡Qué coincidencia que estén aquí!”. Cuando Ben leyó Apocalipsis 21:4 y le explicó que el Reino acabará con las enfermedades y la muerte, a ella se le saltaron las lágrimas. Aceptó con gusto La Atalaya y dijo que tenía muchas ganas de leerla y aprender más del tema.

En un campo de refugiados, muchas personas querían aprender más sobre el Reino de Dios. De hecho, en tan solo dos horas, se entregaron casi 1.000 publicaciones, entre ellas La Atalaya. Un refugiado comentó: “¡Llegaron justo a tiempo! Esto es lo que estábamos necesitando”. Otro refugiado le dijo a uno de nuestros hermanos: “Muchísimas gracias por pensar en nosotros. Sabemos que vienen de muy lejos, pero, por favor, vuelvan”.

Dos publicadoras hablaron con un hombre que estaba preocupado por los incendios que hubo recientemente en Hawái. Le mostraron un dibujo que hay en La Atalaya de cómo será el Paraíso en la Tierra. Cuando el hombre vio el dibujo, les dijo: “Sería maravilloso que la Tierra fuera como en este dibujo. Con tantas malas noticias, qué bueno es escuchar un mensaje como este”.

Participar en esta campaña mundial y enseñarles a las personas que el Reino de Dios nos da verdadero consuelo y esperanza, ¡fue todo un honor! (Romanos 15:4).

No se pierda esta galería de fotos de nuestros hermanos de varios países participando con alegría en esta campaña mundial.