27 DE SEPTIEMBRE DE 2018
NOTICIAS INTERNACIONALES
Tribunales de la República Checa y de Eslovaquia exoneran a nuestros hermanos
Se eliminan los antecedentes penales de los objetores de conciencia tras décadas de haber sido condenados
En años recientes, algunos tribunales de la República Checa y de Eslovaquia han exonerado a nuestros hermanos que, en el pasado, habían sido acusados de un delito por negarse a realizar el servicio militar o por predicar. Ahora, estas acciones ya no se consideran delito. Una de las sentencias anuladas se había dictado en 1925. (Lea la historia del hermano Martin Boor, que fue exonerado 90 años después de ser condenado). De esta manera, los tribunales reconocen que nuestros hermanos tienen el derecho fundamental de actuar en armonía con sus creencias religiosas.
Desde mayo de 2017, el Tribunal Supremo de la República Checa anuló los veredictos impuestos a 45 de nuestros hermanos. Ellos habían sido sentenciados y condenados durante el régimen comunista por negarse a realizar el servicio militar. Y, en octubre de 2017, el Tribunal Supremo también absolvió al hermano Martin Magenheim, condenado en 1978 por predicar.
En Eslovaquia, el Tribunal del Distrito de Bratislava I exoneró a cuatro testigos de Jehová del “delito” de objeción de conciencia. El Tribunal Regional de Trenčín hizo lo mismo en el caso de otro Testigo. El Tribunal del Distrito de Rimavská Sobota exoneró a una hermana llamada Eva Borošová, condenada en 1974 por predicar. El 9 de enero de 2018, el Tribunal del Distrito de Michalovce anuló la sentencia dictada en 1993 contra el hermano Miloš Išky Janík, quien fue condenado varias veces por negarse a realizar un servicio civil que violaba su conciencia.
André Carbonneau, abogado de los testigos de Jehová, explica: “Al absolver a los Testigos que habían sido condenados hace décadas por su objeción de conciencia al servicio militar o por predicar, estos tribunales defienden un principio eterno incluido en los derechos humanos fundamentales: el respeto por la libertad de conciencia y de creencia. Lo que estos tribunales han hecho es un buen ejemplo para la comunidad internacional, pues tratan de rectificar el trato injusto que recibieron los objetores de conciencia en un tiempo en el que muchos gobiernos no respetaban los derechos humanos. Además, los tribunales han ayudado a limpiar la reputación de personas inocentes. Apreciamos mucho que se haga esto en favor de nuestros hermanos, pues la Biblia dice que un buen nombre es algo muy valioso” (Eclesiastés 7:1).