EBINA (Japón). Las lluvias torrenciales que cayeron sobre Hiroshima la mañana del 20 de agosto del 2014 causaron violentos deslizamientos de tierra. Debido a ello, 74 personas murieron y más de 1.600 fueron evacuadas. La sucursal de los testigos de Jehová en Japón informa que ningún Testigo resultó herido ni perdió la vida. Sin embargo, las casas de ocho de ellos sufrieron daños.

En solamente tres horas cayeron 218 milímetros (8,5 pulgadas) de agua que causaron tantos estragos que el gobierno tuvo que poner en marcha un plan de rescate en el país. La sucursal de los testigos de Jehová en Japón organizó de inmediato un comité de socorro y otros grupos de voluntarios para limpiar la zona. Los equipos de limpieza formaron cadenas para sacar con cubos la arena y los escombros que se habían metido en las casas. Después de apartar las pertenencias que se podían salvar, los voluntarios desinfectaron las zonas que dejaron despejadas.

El periódico Yomiuri Shimbun relató los esfuerzos que realizó una testigo de Jehová que sobrevivió al desastre. El diario explicó cómo Kayoko Nakamizo, que vive en Asaminami, en el distrito de Yagi, logró escapar de su casa y empezó a “llamar a sus vecinos puerta por puerta para comprobar si todos estaban bien”. Gracias a eso, Kayoko pudo salvar a un vecino y ayudar a otros a evacuar la zona del desastre.

Ichiki Matsunaga, un portavoz de los testigos de Jehová en Japón, declaró: “Nos solidarizamos con los que han sufrido estos deslizamientos de tierra. A pesar de que la situación es difícil, mantenemos una actitud positiva y hacemos todo lo posible por ayudar y consolar a nuestros vecinos”.

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