Al menos 169 personas han muerto en el oeste de Japón, donde las lluvias torrenciales han dejado más de 255.000 hogares sin agua potable y han provocado graves inundaciones y deslizamientos de tierra.

Ningún testigo de Jehová ha muerto en este desastre, pero 200 tuvieron que ser evacuados y una hermana resultó herida. La hermana fue trasladada a un hospital, donde se recupera. De momento se sabe que 103 casas de hermanos han sufrido daños y una ha quedado completamente destruida. Además, 11 Salones del Reino y un Salón de Asambleas han sufrido daños por las inundaciones.

Se han formado cuatro comités de socorro para dar a los afectados consuelo y ánimo espiritual, así como la ayuda necesaria, lo que incluye alimento, ropa y agua potable. Los comités organizarán también otras labores a largo plazo para ayudar a nuestros hermanos, como por ejemplo la limpieza, desinfección y reparación de sus casas.

Oramos por nuestros hermanos que están sufriendo por este desastre y deseamos que llegue el tiempo en que Jesús usará su poder para eliminar los desastres naturales para siempre (Mateo 8:26, 27).