ALMATY (Kazajistán). El 2 de mayo de 2017, un tribunal de Astaná, la capital de Kazajistán, sentenció a Teymur Akhmedov, casado y con tres hijos, a cinco años de prisión por efectuar una obra de educación bíblica pacífica. El tribunal lo acusó de “incitar a la discordia religiosa” y de “defender la superioridad [de su religión]”. Además de esta condena, el juez le prohibió participar en actividades de educación bíblica durante tres años. Esta decisión ha puesto al señor Akhmedov, de 61 años, en una situación muy peligrosa, pues las autoridades se han negado a darle la atención médica necesaria para tratarle un tumor hemorrágico. Se espera que la apelación del señor Akhmedov contra esta decisión se analice a finales de mayo o a principios de junio.

Este veredicto es el último de los alarmantes sucesos de una batalla legal que comenzó el 18 de enero de 2017, cuando el Comité para la Seguridad Nacional de Kazajistán arrestó al señor Akhmedov y lo acusó de violar el controvertido artículo 174(2) del Código Penal de Kazajistán. Entonces, el señor Akhmedov fue detenido durante varios meses y las autoridades le negaron cualquier tipo de atención médica. David Semonian, portavoz de la sede mundial de los Testigos, dice: “Testigos de Jehová de todo el mundo están muy preocupados por la salud de Teymur. Esperamos que las autoridades retiren estos cargos injustificados y que finalmente este leal cristiano que respeta la ley pueda volver con su familia y recibir la atención médica que necesita tan urgentemente”.

Los testigos de Jehová consideran que las medidas del tribunal de Astaná muestran que Kazajistán está imitando la persecución religiosa que Rusia está llevando a cabo, en especial la reciente decisión del Tribunal Supremo ruso de disolver el Centro Administrativo de los testigos de Jehová de Rusia. El señor Semonian explica: “Como sucedió con nuestras actividades en Rusia, Teymur Akhmedov está siendo víctima de una ley supuestamente diseñada para luchar contra el terrorismo pero que se está aplicando mal en el caso de nuestras actividades. Algunos organismos internacionales, como el Comité de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, le han pedido a Kazajistán que no siga utilizando estas leyes para perseguir actividades pacíficas”. Él concluye: “Este caso hace que también estemos preocupados por todos los demás Testigos de Kazajistán. Deseamos que finalice el acoso al que están siendo sometidos por llevar a cabo su obra de educación bíblica, que es conocida en todo el mundo como una labor de ayuda a la comunidad. Estaremos muy pendientes del avance del caso”.

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