En el 2023 se cumplieron 75 años desde que se estableció, en 1948, la primera sucursal de los testigos de Jehová en Malaui, en la ciudad de Blantyre.

Antes de 1948, la sucursal de Sudáfrica supervisaba la obra de los testigos de Jehová en Malaui. Desde la década de los años treinta, el número de Testigos de este país no dejó de crecer: pasaron de 28 publicadores en 1934 a más de 5.600 en 1948. Como el número de Testigos había aumentado mucho, el 1 de septiembre de 1948 se abrió en un pequeño departamento alquilado en Blantyre la primera sucursal. Esta sucursal estuvo en funcionamiento hasta que, en 1958, se construyeron en la misma zona unas nuevas instalaciones.

Menos de 10 años después, en octubre de 1967, las autoridades de Malaui prohibieron las actividades de los testigos de Jehová y confiscaron la sucursal. Aun así, algunos hermanos continuaron encargándose de organizar la predicación y de cuidar de los publicadores. Durante los siguientes 26 años, los testigos de Jehová fueron brutalmente perseguidos y sufrieron un terrible maltrato debido a su neutralidad cristiana. En ese periodo, nuestros hermanos y hermanas fueron encarcelados, torturados e incluso asesinados. Algunos huyeron del país y se refugiaron en países vecinos, como Mozambique, Zambia y Zimbabue.

Nuestra obra dejó de estar prohibida el 12 de agosto de 1993. Los siguientes dos años, los hermanos de Zambia, que habían estado a cargo de la obra en Malaui durante algunos de los años que duró la prohibición, ayudaron a organizar de nuevo la predicación en el país. Se compraron dos casas en la ciudad de Lilongüe para establecer allí la sucursal. Pero, en 1994, el Cuerpo Gobernante dio permiso para buscar una propiedad adecuada donde se pudiera construir un nuevo Betel. La dedicación del nuevo Betel se llevó a cabo el 19 de mayo de 2001. Al programa asistieron más de 2.000 hermanos, muchos de los cuales habían aguantado lealmente décadas de persecución. El hermano Trophim Nsomba, que fue superintendente de circuito cuando la obra estaba prohibida, fue uno de ellos. Refiriéndose al aumento del número de publicadores en el país y a la nueva sucursal, el hermano Nsomba dijo: “Estas bendiciones de Jehová son tan maravillosas que para mi esposa y para mí son como un sueño”.

Actualmente hay más de 109.000 testigos de Jehová en Malaui distribuidos en 1.924 congregaciones. En la sucursal, ubicada en Lilongüe, sirven 225 hermanos. Allí se traducen publicaciones bíblicas a siete idiomas.

Le pedimos a Jehová que siga bendiciendo a nuestros queridos hermanos y hermanas de Malaui, que se han recomendado como ministros de Dios por su aguante durante muchas décadas (2 Corintios 6:4).