24 DE AGOSTO DE 2018
MONGOLIA
Victoria para la libertad religiosa en Mongolia: se renueva la inscripción de los testigos de Jehová
El 14 de junio de 2018, en Ulán Bator, la capital de Mongolia, el Consejo Municipal concedió de nuevo a los testigos de Jehová un certificado de registro como entidad religiosa.
En Mongolia, las organizaciones religiosas tienen que renovar su registro todos los años, y nuestros hermanos lo habían estado haciendo así desde la primera vez que se inscribieron en 1999. Sin embargo, en el 2015, el Consejo Municipal se negó a renovar la inscripción de nuestra entidad legal en Ulán Bator. Después, en enero de 2017, el Consejo Municipal emitió una resolución en la que oficialmente retiraba el permiso que tenía nuestra entidad legal para llevar a cabo sus actividades religiosas. Los miembros del Consejo Municipal afirmaban tener pruebas que respaldaban esta decisión, pero se negaban a suministrarlas. Por lo tanto, los hermanos decidieron llevar el asunto a los tribunales.
Durante el juicio ante el Tribunal Administrativo, el abogado del Consejo Municipal trató de presentar como prueba el fallo del Tribunal Supremo ruso de disolver nuestras entidades legales en Rusia. Nuestros abogados alegaron que ese fallo ha sido criticado por muchos países y que los tribunales internacionales lo consideran ilegal. Además, el fallo del Tribunal Supremo ruso fue posterior a la decisión del Consejo Municipal y, por lo tanto, no se podía utilizar como prueba para justificar dicha decisión.
El Tribunal Administrativo anuló la decisión del Consejo Municipal debido a que este había basado su decisión en testimonio de oídas y no había presentado pruebas de ninguna actividad perjudicial. También dejó claro que el Consejo Municipal había violado los derechos fundamentales de los hermanos, entre estos el derecho a la libertad de religión y creencias.
Jason Wise, uno de los abogados de los testigos de Jehová que participó en el caso, comentó: “Aunque los derechos y libertades fundamentales no dependen de un registro estatal, sin un registro no es fácil practicar una religión. Entre otras cosas, estar registrados legalmente facilita la importación de Biblias y publicaciones bíblicas, la compra de propiedades para reunirnos y el alquiler de locales para congresos. Nos alegramos de que el Tribunal Administrativo anulara la decisión del Consejo Municipal de Ulán Bator y reconociera que decisiones como estas afectan negativamente nuestra libertad de religión y asociación en Mongolia”.