A partir del 21 de noviembre, cayó una cantidad de lluvia sin precedentes sobre la costa este de Nueva Caledonia. En un período de doce horas, se registraron 400 milímetros (15 pulgadas) de lluvia. Como resultado, se produjeron grandes inundaciones y deslizamientos que causaron la muerte de cinco personas. Otras tres están desaparecidas, y seis resultaron heridas.

De las cinco personas que han muerto, dos eran testigos de Jehová, y sus dos hijos adultos están entre los desaparecidos.

El día después del desastre, dos representantes de la sucursal de los testigos de Jehová de Nueva Caledonia llegaron a la zona afectada para dar consuelo y distribuir suministros de socorro. Más de cuarenta Testigos de la zona se ofrecieron para ayudar a limpiar las casas de sus compañeros de creencias que se habían inundado.

El Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová está organizando las labores de socorro desde las oficinas centrales en Nueva York. Para ello usarán parte del dinero donado al fondo de la obra ministerial que realizan los Testigos por todo el mundo.

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