17 DE OCTUBRE DE 2019
PERÚ
Una campaña especial en Perú para predicar a personas de habla aimara
Nuestra sucursal de Perú organizó una campaña de predicación en la región de Puno del 1 de mayo al 31 de agosto de 2019. ¿El objetivo? Llevarles el mensaje de la Biblia a los peruanos de habla aimara, una lengua indígena. La campaña fue un éxito total. Se entregaron 7.893 publicaciones y los hermanos mostraron videos de jw.org unas 2.500 veces. En total, se empezaron 381 cursos bíblicos.
En Perú hay unos 450.000 hablantes de aimara, y casi 300.000 de ellos viven en la región de Puno. Ahora mismo hay 331 publicadores de habla aimara, que se reúnen en 7 congregaciones y 8 grupos. Como el territorio es tan grande para la cantidad de publicadores que hay en Perú, algunos hermanos de Chile que hablan aimara fueron a echarles una mano. Para hablar con los indígenas, a veces tuvieron que subir a zonas de hasta 5.000 metros (16.404 pies) de altitud y predicar con temperaturas de 0 ºC (32 ºF).
Después de un viaje de varias horas, algunos hermanos llegaron a un lugar donde un grupo de gente de un pueblo vecino se había reunido para un funeral. Los hermanos pudieron hablarles de la esperanza que da la Biblia para los que han muerto. Las autoridades locales y los familiares les dieron las gracias por el esfuerzo que hicieron por consolarlos con la Biblia.
En otro lugar, los hermanos encontraron a un grupo de personas que se reunían dos veces a la semana para estudiar la Biblia. Sorprendentemente, usaban los libros El hombre más grande de todos los tiempos y Mi libro de historias bíblicas, que les había dado un pariente que vive en Bolivia. Cuando se enteraron de que esos libros los había publicado nuestra organización, muchos empezaron a estudiar la Biblia con los hermanos y a asistir a nuestras reuniones.
Alberth Cóndor, un anciano de congregación encargado de uno de los grupos, dijo: “A mi esposa y a mí nos encantó participar en esta campaña. Nuestra fe en Jehová ahora es mucho más fuerte. El viaje no era fácil; no sabíamos exactamente cómo íbamos a llegar a nuestro destino. Y, cuando llegamos, le pedimos a Jehová que nos ayudara a encontrar un lugar donde dormir. Y lo hizo. Esas oraciones me fortalecieron, y ver cómo los demás hermanos confiaban en Jehová también me fortaleció”.
Los hermanos que participaron en la campaña se sienten felices de haber compartido “el agua de la vida” con las personas de habla aimara en Puno (Apocalipsis 22:17).