Las fuertes lluvias han provocado inundaciones y deslizamientos de tierra en 24 de las 25 regiones de Perú, y los informes indican que, por ahora, no se espera que la situación cambie. Durante la temporada de lluvias (de diciembre a marzo), se ha registrado un índice de precipitaciones 10 veces más alto de lo habitual. Los testigos de Jehová están ayudando a sus hermanos en la fe y a otras víctimas del desastre.

Más de 530 hogares de testigos de Jehová han sufrido daños por las inundaciones, así como seis de sus lugares de culto (Salones del Reino). Según los informes, en la ciudad de Huarmey, ubicada a 288 kilómetros (unas 180 millas) de Lima, las inundaciones han dejado incomunicados a muchos Testigos y estos han tenido que subirse a los tejados de sus casas.

La sucursal de los testigos de Jehová en Perú ha organizado ocho comités de socorro para atender a los Testigos de las zonas afectadas, incluidas las 12 regiones que el gobierno ha declarado en estado de emergencia. Los comités de socorro ya han proporcionado 22 toneladas de alimentos y más de 22.000 litros (6.000 galones) de agua potable para las víctimas. En las próximas semanas, se enviarán otras 48 toneladas de alimentos y más de 9.000 litros (2.400 galones) de agua potable. Cientos de Testigos de Perú se han ofrecido voluntarios para realizar reparaciones y colaborar con las labores de limpieza.

El Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová está coordinando las labores de socorro desde la central mundial. Estas labores se financian con los fondos donados para la obra mundial.

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