La combinación de las altas temperaturas con la intensa sequía ha convertido esta temporada de incendios en la más mortífera de la historia de Portugal. En junio murieron 64 personas, y en octubre, otras 45. A mediados de octubre se registraron hasta 523 incendios. Según el servicio de gestión de emergencias de la Unión Europea, los incendios de este año en Portugal han calcinado cerca de 520.000 hectáreas (1,3 millones de acres). El promedio anual es de unas 83.000 hectáreas (205.000 acres), así que este año el número se ha multiplicado por seis.

La sucursal de Portugal ha informado que los incendios acabaron con la vida de uno de nuestros hermanos y con la de su sobrino de cuatro años. Además, los fuegos dañaron o destruyeron las casas de algunos hermanos, así como sus terrenos de cultivo y su maquinaria de labranza. También perdieron parte de su ganado. Los hermanos del lugar han colaborado entre ellos para deshacerse de los restos que han dejado los incendios, como árboles quemados y otros escombros.

Un Comité de Socorro local se puso en marcha para dar ayuda práctica. Además, dos miembros del Comité de Sucursal de Portugal fueron con algunos superintendentes de circuito y ancianos de congregación a visitar a los hermanos afectados para animarlos.

Le oramos a Jehová para que siga cuidando a nuestros hermanos de Portugal, dándoles la ayuda y el consuelo que necesitan para recuperarse de esta tragedia (Salmo 71:21).

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