El 17 de marzo de 2020, el Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales rechazó una solicitud de apelación contra la decisión del Tribunal Superior (tribunal de primera instancia) que defendía nuestro derecho a seguir las normas bíblicas con respecto a la expulsión.

En una sentencia integral, el Tribunal Superior dejó claro que no es ilegal ni difamatorio que se anuncie en una congregación que alguien ya no es testigo de Jehová. El juez de primera instancia, Richard Spearman, dijo en su sentencia: “Es normal que un grupo religioso que se guía por los principios de la Biblia y que se esfuerza por ponerlos en práctica tenga la potestad, si se considera apropiado, de expulsar a alguien que comete un pecado. Entre otras cosas, es razonable, y hasta inevitable, porque si alguien no puede o no quiere seguir los principios de las Escrituras no solo no está a la altura de quienes pertenecen a esa religión, sino que puede ser una mala influencia para el resto de los fieles”.

El demandante presentó una solicitud ante el Tribunal de Apelación para que se revisara la decisión del tribunal de primera instancia. El Tribunal de Apelación rechazó la solicitud y la definió como “totalmente infundada”, es decir, sin ninguna base. Admitió que la decisión del tribunal de primera instancia era “del todo justa” y que “la potestad de expulsar a alguien es absolutamente necesaria en una organización religiosa”.

Shane Brady, abogado de los testigos de Jehová, dijo sobre esta decisión: “Esta sentencia va en la misma línea que una larga lista de decisiones de los tribunales ingleses, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y los tribunales de apelación de Canadá, la Europa continental y Estados Unidos. Todas estas decisiones confirman que los testigos de Jehová tienen derecho a decidir quién forma parte de su organización”.

Nos alegra que el tribunal reconozca nuestro derecho a guiarnos por la Biblia y proteger a las congregaciones de las malas influencias (1 Corintios 5:11; 2 Juan 9-11).