Durante 17 años, cada semana los testigos de Jehová han dado clases de la Biblia a los reclusos de la prisión de Jilava en Bucarest (Rumania). Cuando empezó la pandemia del COVID-19, se suspendieron las visitas presenciales. Sin embargo, dos semanas antes de la Conmemoración de la muerte de Jesucristo —que se celebró el 27 de marzo de 2021—, las autoridades de la prisión dieron permiso para que se volvieran a tener las clases pero por videoconferencia. Además, nuestros hermanos pidieron permiso para transmitir el discurso de la Conmemoración por internet. La prisión estuvo de acuerdo y, en total, 21 reclusos y 4 funcionarios escucharon el discurso.

Corneliu Cepan dio el discurso en rumano y Angelos Karamplias lo tradujo simultáneamente para un recluso de habla griega que estaba viendo el programa. También asistieron cuatro miembros del personal de la prisión, incluido uno de los directores.

Corneliu cuenta: “Para mí fue todo un honor dar ese discurso. Los presos estaban muy atentos y pudieron pensar en el sacrificio tan grande que Jesús hizo por ellos”.

Y Angelos dice: “Estamos contentísimos porque, con la ayuda de Jehová, pudimos celebrar la Cena del Señor y podemos predicarles a los presos. Esperamos que pronto muchos más reclusos empiecen a recibir cursos bíblicos por videoconferencia y tengan el consuelo que nos da la Palabra de Dios”.

Cuánto nos alegra que las autoridades de la prisión les permitieran a los reclusos disfrutar del discurso de la Conmemoración (1 Timoteo 2:3, 4).