31 DE JULIO DE 2019
RUSIA
ÚLTIMAS NOTICIAS: Dennis Christensen sigue firme después de ser trasladado a una colonia penitenciaria
El 6 de junio de 2019, dos semanas después de que el hermano Dennis Christensen perdiera su apelación, las autoridades rusas lo trasladaron desde la celda en la que estaba en prisión preventiva en Oriol hasta la Colonia Penitenciaria Núm. 3 de la ciudad de Lgov. Esta ciudad está a unos 200 kilómetros (124 millas) de Oriol, donde viven la familia y los amigos de Dennis.
Cuando Dennis llegó a la nueva cárcel, lo insultaron y trataron de que dejara de ser fiel a Dios. Pero Dennis ha confiado por completo en Jehová y como resultado ha podido mantenerse firme y ser valiente (1 Pedro 5:10).
Desde que Dennis fue detenido y encarcelado, los hermanos han cuidado con cariño de su esposa, Irina. En junio de 2019, el hermano Mark Sanderson, del Cuerpo Gobernante, y otros hermanos se reunieron en Finlandia con la hermana Irina para animarla.
Dennis ya lleva más de un mes en la colonia penitenciaria. Recientemente, Irina ha recibido permiso para hablar por teléfono con su esposo una vez al día. También le han dado permiso para visitarlo en la cárcel.
Desde el arresto de Dennis, hace ya dos años, él y su esposa han pasado por muchos problemas. Sin embargo, siguen siendo leales y no pierden la alegría. Irina comenta que las cartas que Dennis le envía todas las semanas la han animado muchísimo. En una de sus cartas favoritas le escribió: “Ser positivos es una de las claves para aguantar, y tenemos muchas razones para ser felices”. Dennis concluye: “El sentido de nuestra vida es defender la soberanía de Jehová. Sé que todavía nos queda un largo camino por recorrer y que no hemos conseguido la victoria... todavía. Pero lo lograremos. De eso no tengo ninguna duda”.
El 21 de julio de 2019, en la asamblea internacional en Dinamarca, el hermano Lett, del Cuerpo Gobernante, leyó un mensaje de Dennis Christensen. El mensaje en parte decía: “Me encantaría estar ahí con ustedes, pero ahora mismo no es posible porque todavía no ha terminado mi asignación. Pero en el futuro sí podré, y lo estoy deseando”.
Cuando estuvo encarcelado en Roma, el apóstol Pablo escribió: “Siempre le doy gracias a mi Dios cuando me acuerdo de ustedes, en cada uno de mis ruegos por todos ustedes. Hago estos ruegos con alegría, [...] los llevo en el corazón. Ustedes participan conmigo en la bondad inmerecida tanto en mis cadenas de prisión como defendiendo y estableciendo legalmente las buenas noticias” (Filipenses 1:3, 4, 7).