El 27 de septiembre de 2021, el Tribunal de Distrito de Léninsk (Ufá) declaró culpable a Anatoli Vilitkévich y le impuso una condena condicional —es decir, una condena con suspensión de la pena— de dos años de cárcel.

Anatoli Vilitkévich

• Año de nacimiento: 1986 (territorio de Jabárovsk).

• Datos biográficos: Es carpintero especializado en acabados. Se casó con Aliona en el 2008. Les gusta acampar y hacer senderismo.

  Sus padres le enseñaron a amar al Creador cuando era pequeño. Le apasionaba sobre todo la promesa de que un día los seres humanos y los animales vivirán en paz. Se bautizó en 1997, a los 11 años de edad.

El 8 de agosto de 2018, el gobierno de Rusia incluyó a Anatoli en su lista de sospechosos de terrorismo. Dennis Christensen y él fueron de los primeros testigos de Jehová en ser recluidos en un centro de prisión preventiva después de que, en abril de 2017, el Tribunal Supremo de la Federación de Rusia prohibiera a los Testigos.

Los investigadores instalaron cámaras ocultas en la casa de Anatoli y Aliona, y lo grabaron a él cometiendo el “delito” de tener conversaciones bíblicas con amigos. Ahora se le acusa de organizar actividades de una organización supuestamente extremista.

Cuando la policía se llevó a Anatoli, uno de los agentes le dijo con desprecio a Aliona: “Búsquese un nuevo esposo”. Anatoli contó cómo fue el interrogatorio: “Sufrí mucho estrés y presión emocional. Me dijeron que, si no confesaba los cargos, mi esposa y los que iban a nuestra casa para las reuniones afrontarían consecuencias peores. Amenazaron muchas veces con meter también a mi esposa en prisión. En esos momentos, le oré a Jehová y le pedí que me diera paz”.

Anatoli ha pasado más de dos meses en prisión preventiva, casi nueve en arresto domiciliario y más de año y medio con restricciones para viajar. En prisión anotó en una libreta ejemplos de personajes bíblicos que también sufrieron persecución. Cuenta: “Recordé que Jehová no los protegió de las dificultades, pero al mismo tiempo no los abandonó. Eso me fortaleció mucho y me dio la total seguridad de que Jehová haría lo mismo en mi caso. Lo principal era mantenerme leal”. Las cartas que su esposa le enviaba también le dieron el ánimo que necesitaba. Él explica: “En una de sus primeras cartas, Aliona me envió varias fotos con nuestros amigos y nuestros seres queridos. Todas las tardes las miraba y trataba de recordar algo interesante que hubiera vivido con cada uno. Era como si los tuviera a mi lado”.

Los ejemplos de fidelidad de Anatoli y Aliona nos animan a todos. Nos alegra saber que nuestros hermanos y hermanas de Rusia están cada vez más fuertes espiritualmente a pesar de la intensa persecución. Le damos gracias a Jehová por escuchar las oraciones que todos hacemos por ellos (2 Corintios 1:11).