El 2 de julio de 2019, un tribunal de Krasnoyarsk (Rusia) decidió liberar a Andréi Stupnikov del arresto domiciliario en el que estaba. A pesar de eso, su proceso judicial sigue abierto.

El 3 de julio de 2018, cuando Stupnikov y su esposa estaban a punto de tomar un vuelo en el aeropuerto internacional de Krasnoyarsk, dos agentes del Servicio Federal de Seguridad arrestaron a Andréi. Luego pasó ocho meses en prisión preventiva antes de que se le pusiera en arresto domiciliario a finales de febrero de 2019.

El hermano Stupnikov señala que en este último año ha aprendido mucho sobre sí mismo y sobre su amistad con Dios. Él dice: “Olga y yo hemos sido Testigos durante muchos años, pero nunca nos habíamos sentido tan cerca de Jehová como ahora. En los momentos más difíciles he sentido, y sigo sintiendo, que nuestro Padre nos consuela y nos ayuda. Me impresiona ver cómo Jehová ha estado justo a mi lado y ha respondido mis oraciones rápidamente”.

Andréi Stupnikov concluye: “Como nunca antes, estoy convencido de que mi Padre conoce y entiende mis sentimientos. Lo que me ha tocado vivir me ha ayudado a confiar aún más en él y a no preocuparme demasiado por la persecución. Lo que realmente me asusta es perder mi estrecha amistad con Jehová. Estoy seguro de que, con su ayuda, podemos superar cualquier cosa”.

La cantidad de procesos judiciales en contra de nuestros hermanos en Rusia sigue creciendo y, para el 1 de julio de 2019, ya había 217 Testigos bajo investigación. En pocos casos, las autoridades rusas han reducido las restricciones que tenían nuestros hermanos. Sin embargo, más que confiar en las autoridades o en los tribunales humanos, confiamos en Jehová. Oramos para que Jehová continúe fortaleciendo y protegiendo a nuestros queridos hermanos en Rusia (Salmo 28:7).