El 15 de julio de 2020, Dennis Christensen fue enviado por segunda vez a una celda especial de castigo (en el bloque SHIZO), donde permanecerá por lo menos hasta el 27 de julio. Esto ocurrió solo cuatro días después de que lo sacaran de ese bloque. Si es enviado por tercera vez al bloque SHIZO, podrían declarar que Dennis está violando de manera deliberada las normas de la prisión, y entonces enviarlo hasta seis meses a una celda de castigo más severa (en el bloque EPKT). Los abogados de Dennis piensan apelar estas últimas acusaciones.

Las autoridades penitenciarias están castigando a nuestro hermano porque no puede cumplir físicamente con el trabajo que se le ha asignado. La prisión le exige a Dennis que trabaje en el taller de costura, pero desde que está en la cárcel su salud ha empeorado. Aun así, los médicos de la cárcel afirman que su salud sí le permite trabajar, siempre que le den tiempo para descansar y hacer ejercicio. Sin embargo, un médico independiente que lo examinó en una ocasión anterior dijo que la salud de Dennis le impide cumplir con ese trabajo.

Los presos que están en las celdas SHIZO no pueden comprar comida, hacer o recibir llamadas telefónicas, tener visitas ni recibir paquetes, pero por ley sí pueden recibir visitas de ministros religiosos. A pesar de eso, Dennis no les puede decir a los ancianos que lo visiten, porque en Rusia los testigos de Jehová ya no están registrados legalmente como religión.

Como ya se informó, el Tribunal de Distrito de Lgov le concedió la libertad anticipada a Dennis Christensen el 23 de junio y ordenó que el resto de su sentencia fuera conmutado por una multa. Solo unos días después, el fiscal apeló esa decisión. Parece que los funcionarios de la prisión están conspirando con el fiscal para manchar la reputación de Dennis y así evitar su liberación anticipada.

Dennis y su esposa, Irina, no pierden el ánimo y se mantienen positivos. ¡Cuánto nos fortalece ver que Jehová siempre ayuda a sus siervos fieles a aguantar con paciencia y felicidad hasta las pruebas más duras! (Colosenses 1:11).