El 18 de febrero de 2021, a el Tribunal de Distrito de Birobidzhan de la Región Autónoma Hebrea tiene previsto anunciar su sentencia en el caso contra Yulia Káganovich. El fiscal todavía no ha especificado la pena que quiere solicitar para nuestra hermana.

Yulia Káganovich

• Año de nacimiento: 1966 (Mijáilovka, región de Volgogrado).

• Datos biográficos: Estudió ingeniería civil. De joven, estudió danza y música. También tocaba en una orquesta y cantaba en un coro. Su esposo, Alexánder, no es testigo de Jehová, pero respeta su decisión y piensa que el proceso judicial contra ella es una gran injusticia.

  La muerte de algunos de sus seres queridos la llevó a hacerse preguntas sobre el sentido de la vida. Las respuestas que encontró en la Biblia le dieron paz y esperanza. Se bautizó como Testigo en 1998. Los principios bíblicos la han ayudado a tener una mejor relación con su esposo, a llevarse bien con otras personas y a criar a su hijo, Artur, que también es testigo de Jehová.

  El juicio le está pasando factura a su salud, que de por sí ya era mala.

Yulia recuerda: “Cuando tocaron a la puerta a primera hora de la mañana, ya sabía quiénes eran. El corazón me latía con fuerza y lo único que podía hacer era repetir: ‘Ayúdame, Jehová. Ayúdame, Jehová’”.

La persecución religiosa contra nuestra hermana, que tiene 53 años, empezó el 10 de octubre de 2019 en Birobidzhan, una ciudad rusa. Aquel día, el Servicio Federal de Seguridad no solo registró la casa de Yulia, sino que realizó registros masivos en más de veinte casas de testigos de Jehová de la región.

Aquella situación les causó mucho estrés a Yulia y a los demás Testigos. Pero estar preparados les dio las fuerzas que necesitaban.

“En las reuniones siempre nos decían que las autoridades podrían registrar nuestras casas y que teníamos que estar preparados —cuenta Yulia—. Así que, antes de que vinieran a mi casa, me preparé mentalmente para saber cómo reaccionar y qué decir. Gracias a eso, ese día pude pensar rápido en vez de que los nervios me paralizaran y no supiera qué hacer”.

Como era de esperarse, las autoridades rusas no tardaron en iniciar procesos judiciales contra Yulia y otros Testigos después de las redadas. Los acusaron de participar en actividades supuestamente extremistas.

El 3 de marzo de 2020, el caso de Yulia se llevó ante el Tribunal de Distrito de Birobidzhan. Debido a la pandemia del COVID-19, el juicio se aplazó cinco meses y se retomó el 22 de octubre de 2020.

Yulia cuenta: “Por un lado, no quería estar en esa situación, pero también me sentía feliz de poder defender la soberanía de Jehová”.

Ella sigue diciendo: “Las palabras de Isaías 41:10 fueron justo lo que necesitaba. Imprimí ese versículo y lo puse a la vista en un lugar de mi casa para no olvidar que Jehová promete ayudarnos. He sentido personalmente que Jehová ha fortalecido mis “rodillas temblorosas”.

Yulia se había esforzado mucho por aprenderse de memoria varios versículos de la Biblia. Esos versículos la ayudaron a mantener la calma, ser valiente y sentirse contenta a pesar de vivir esa situación tan estresante.

Al pensar en las pruebas que podamos enfrentar en el futuro, es muy importante que nos preparemos ahora en sentido mental, emocional y espiritual. No tengamos ninguna duda: “Jehová no retendrá nada bueno de los que viven con integridad” (Salmo 84:11).