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Catorce días después de ser liberado de la prisión en Rusia, Konstantín se reúne con su esposa, Irina, en Ucrania, justo después de cruzar la frontera el 19 de mayo de 2021.

20 DE MAYO DE 2021
RUSIA

Konstantín Bayénov llega sano y salvo a Ucrania después de ser deportado de Rusia

Konstantín Bayénov llega sano y salvo a Ucrania después de ser deportado de Rusia

El 5 de mayo de 2021, Konstantín Bayénov salió libre de una cárcel rusa. a Después de estar detenido temporalmente, fue deportado a Ucrania el 19 de mayo de 2021. Irina, su esposa, viajó a Ucrania para estar allí cuando él llegara. Konstantín fue deportado porque Rusia le quitó la ciudadanía en mayo de 2020.

Justo después de cruzar la frontera con Ucrania, un matrimonio recibe a Konstantín y a su esposa, Irina, con un cartel que cita Isaías 54:17: “‘Ningún arma que fabriquen contra ti dará resultado [...]’, afirma Jehová”.

Información personal

Konstantín nació en 1975 en Veliki Nóvgorod, una ciudad en el oeste de Rusia. Su familia no era religiosa. De niño, se mudó a Ucrania junto con su familia. En su adolescencia, Konstantín practicaba gimnasia y le gustaba la música. Se graduó de una escuela de música y dirigió una banda que tocaba instrumentos de viento metal.

Incluso antes de estudiar la Biblia, Konstantín pensaba que la violencia y la guerra eran algo malo. Así que, cuando lo llamaron para cumplir con el servicio militar en Ucrania, él se negó. Cuando estaba en la universidad, tenía muchas preguntas sobre la vida y la religión. Buscó en muchas religiones las respuestas a esas preguntas y, al final, las encontró cuando empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Se bautizó en 1996.

En el 2001, Konstantín se casó con Irina. Para mantenerse, él trabajaba de albañil, sobre todo haciendo hornos y chimeneas. Se fueron a vivir a Rusia en el 2009.

Registran su hogar y lo detienen

El 12 de junio de 2018, agentes armados de la policía rusa registraron los hogares de siete testigos de Jehová de la ciudad de Sarátov, incluido el hogar de Konstantín y de Irina. A él y a otros dos Testigos de Sarátov los arrestaron y los pusieron en prisión preventiva.

En cuanto llegó al centro de detención, Konstantín se dio cuenta de que iba a necesitar el consuelo y el apoyo que da la Biblia, pero allí no tenía ninguna. Konstantín dice: “Mi esposa me envió una libreta, y todos los días escribía los textos bíblicos que recordaba”. ¡En solo dos meses, Jehová lo ayudó recordar 500 versículos! Cuando por fin consiguió una Biblia, la leyó con tantas ganas que la acabó en solo cuatro meses. La Biblia le dio muchas fuerzas. Cuando les escribía a su esposa y a sus amigos, compartía con ellos algunas ideas que lo habían animado, y eso le alegraba la vida.

Konstantín le oraba a Jehová muchas veces durante el día y le abría su corazón, sobre todo cuando se sentía solo y extrañaba a su esposa. Él recuerda que, con lágrimas en los ojos, se ponía de rodillas y le oraba a Jehová. Y añade: “Hice una lista de las cosas que le pedía a Dios e iba marcando las que él me daba. Estaba convencido de que Jehová estaba muy cerca de mí”. Konstantín, que se encontraba en prisión preventiva, fue liberado el 20 de mayo de 2019. Pero sus problemas no acabaron ahí.

Declarado culpable

El 19 de septiembre de 2019, Konstantín y otros cinco Testigos de Sarátov fueron declarados culpables y sentenciados a prisión. Unos meses más tarde, los otros cinco Testigos fueron trasladados a una prisión de Oremburgo después de haber perdido la apelación. Konstantín fue enviado a una prisión de Dimitrovgrad, a más de 500 kilómetros (310 millas) de Sarátov, lejos de su esposa y de su hogar.

En el 2020, Konstantín celebrando la Conmemoración en prisión.

Mientras estuvo separada de Konstantín, a Irina la animó mucho leer las biografías de hermanos y hermanas que aparecen publicadas en nuestro sitio de internet. Estos Testigos han aguantado la persecución con valor y una actitud positiva. A ella también la animó mucho la determinación y la paz interior de Konstantín. En una entrevista que le hicieron mientras su esposo estaba en prisión, Irina contó: “¡Siempre es tan positivo!”. Cuando le permitían hablar por teléfono con él, cantaban canciones, oraban y estudiaban juntos. Ella dijo que las conversaciones que tenían sobre la Biblia la ayudaron a tener más fe en Jehová y a no perder la alegría a pesar de las circunstancias.

Por sus creencias religiosas, Konstantín pasó más de 14 meses en un centro de prisión preventiva y poco más de un año y medio en la cárcel. Fue puesto en libertad nueve meses antes de cumplir su condena original de tres años y medio de cárcel, porque cada día que se pasa en prisión preventiva equivale a un día y medio de condena de cárcel. Además, no tuvo que cumplir los últimos dos meses de condena porque le concedieron la libertad condicional.

Nos alegra muchísimo que Konstantín haya sido puesto en libertad y ya esté otra vez con Irina. Todos nuestros queridos hermanos y hermanas que están siendo perseguidos demuestran que hacen suyas las palabras del rey David: “Me refugio a la sombra de tus alas hasta que pasen las dificultades” (Salmo 57:1).

a Cuando Konstantín salió de la prisión, Irina y unos 20 hermanos y hermanas estaban esperándolo afuera. Querían saludarlo antes de que fuera trasladado a un centro de detención temporal, donde esperaría a ser deportado. Los agentes que lo custodiaban le permitieron estar con su esposa durante 30 minutos antes de que se lo llevaran al centro de deportación.