Antón Ostápenko

• Año de nacimiento: 1991 (Ekibastuz, Kazajistán).

• Datos biográficos: Trabajó como inspector de calderas en una central eléctrica. Cuando era adolescente, su madre les habló acerca de la verdad de la Biblia a él y a su hermana. Antón se bautizó como testigo de Jehová en el 2005.

  Se casó con Natalia en el 2015. A los dos les gusta esquiar y el snowboard. Además, a él le gusta tocar la guitarra, pescar y jugar tenis.

El 19 de abril de 2019, las autoridades de Sharípovo registraron 10 casas de testigos de Jehová e interrogaron a los Testigos que estaban allí. Antón Ostápenko fue arrestado y puesto en prisión preventiva, donde permaneció hasta el 20 de diciembre de 2019. Está acusado de organizar las actividades de una organización “extremista”.

Durante los seis meses que estuvo encerrado, hubo ocasiones en las que Antón le daba la espalda a la cámara de seguridad y, acercándose al lavamanos que había en su celda, se ponía a llorar por la angustia que sentía.

Más que cualquier otra cosa, orar a Jehová le dio muchas fuerzas. Antón dice: “Le rogaba a Jehová que me ayudara a aguantar”. También nos explica: “Tenía mucho que aprender. En la prisión crecí y me hice más fuerte en sentido espiritual. Es curioso lo que pasa cuando estás ante una situación tan difícil como esa. Es como si tuvieras que pasar de la teoría a la práctica. Es decir, cuando leía la Biblia antes de que me encarcelaran, yo simplemente leía acerca de Jehová. Lo interesante es que fue ahí, en la prisión, donde no siempre tienes una Biblia a la mano, donde Jehová me mostró la clase de Dios que es. ¿Y saben qué? Fue algo muy muy especial. Jehová llegó a ser para mí no solo el Dios Todopoderoso, sino un Padre cariñoso que de verdad te entiende y te ayuda de maneras que nunca hubieras imaginado justo en el momento preciso”.

Las canciones del Reino también ayudaron a Antón a mantener una actitud positiva. “Mi esposa y yo siempre las cantábamos juntos para que fuera más fácil memorizarlas —cuenta él—. Haber hecho eso me sirvió tanto en el centro de detención... Cuando apagaban las luces, orarle a Jehová y cantar alguna canción del Reino era un alivio para mí. Me ayudaba a dormir tranquilo”.

Antón sigue esperando la decisión del tribunal. Y, aunque puede ir a trabajar, no tiene permiso para salir de la zona de Sharípovo. Así que, cuando su madre tiene citas médicas, no puede acompañarla.

Le oramos a Jehová convencidos de que él seguirá dándoles a nuestros hermanos la paz que necesitan para aguantar la persecución (Juan 14:27).