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En el centro, Andréi Andreyev. A su lado, de izquierda a derecha, su hija Albina, su esposa, Svetlana, y su hija Anyélika junto a su esposo, Anatoli. En el recuadro, el reencuentro de Andréi y su esposa cuando él salió de prisión.

27 DE FEBRERO DE 2023
RUSIA

Liberan a Andréi Andreyev

Liberan a Andréi Andreyev

El 22 de febrero de 2023, Andréi Andreyev fue liberado después de pasar más de tres años en una prisión rusa.

Andréi y otros hermanos de Kursk fueron arrestados el 16 de octubre de 2019, después de que registraran muchas casas de testigos de Jehová e interrogaran a muchos de ellos. El 3 de junio de 2021, Andréi recibió una condena de prisión. Para ese momento, ya había pasado casi 20 meses en un centro de prisión preventiva.

Aun estando preso por sus creencias, Andréi hizo todo lo que pudo por cubrir las necesidades espirituales de su esposa, Svetlana, y sus dos hijas, Anyélika y Albina. Les escribía cartas regularmente con ideas animadoras de la Biblia, y hasta escribió el discurso de boda de Anyélika, que se casó mientras Andréi estaba en prisión. Anyélika cuenta: “Mi padre escribió un discurso muy bonito, muy emotivo... Y es que a todos los invitados les llegó al corazón. Era como si él estuviera allí con nosotros en ese día tan especial”.

La familia de Andréi viajaba ocho horas en autobús para visitarlo. Aunque el viaje era agotador, Svetlana dice que ella y sus hijas siempre recibieron la ayuda de Testigos que viven cerca de la cárcel. Ellos se encargaron de que tuvieran comida, alojamiento y transporte para ir a las visitas. Algunos hasta se ponían en la fila de visitantes de la prisión, muchas veces durante toda la noche, para guardarle un turno a la familia y que pudieran visitar a Andréi.

Un grupo de amigos y familiares le dan la bienvenida a Andréi después de salir de prisión.

A pesar de que nuestro hermano ha sentido los efectos de esta dura prueba en su salud física, su salud espiritual sigue siendo fuerte. Gracias a sus cualidades cristianas, Andréi se ganó el respeto de las autoridades penitenciarias. Y, como tenía muy buena reputación, le permitieron recibir visitas extras. Con relación a su condena, él dice: “No estoy enojado ni resentido con nadie. Y, por supuesto, no siento ningún odio. Gracias a la ayuda de Dios, he sido leal y me siento feliz”.

Estamos convencidos de que Jehová seguirá bendiciendo mucho a Andréi por estar decidido a continuar mostrando amor (1 Juan 4:16).