23 JUNIO DE 2021
RUSIA
Orar por cosas específicas le da fuerzas a Olga Ganusha durante sus pruebas
ACTUALIZACIÓN DEL CASO | Un tribunal ruso rechaza la apelación
El 30 de septiembre de 2021, el Tribunal Regional de Rostov rechazó la apelación de Olga Ganusha. Su sentencia original sigue vigente. Por el momento, nuestra hermana no tendrá que ir a la cárcel.
El 13 de julio de 2021, el Tribunal de Distrito de Voroshílovsk, de la ciudad de Rostov del Don, le impuso a Olga Ganusha una condena condicional —es decir, una condena con suspensión de la pena— de dos años de cárcel, por lo que de momento nuestra hermana no tendrá que ir a prisión.
Información personal
Olga Ganusha
Año de nacimiento: 1961 (Rostov del Don, región de Rostov).
Datos biográficos: Está jubilada y tiene un hijo al que crio ella sola. Le gusta hacer manualidades, escuchar música clásica y leer libros.
La esperanza de vivir en un paraíso y de volver a ver a sus familiares y amigos que han muerto la motivó a estudiar la Biblia. En 1995 se bautizó como testigo de Jehová.
Información sobre el caso
A principios del 2019, agentes rusos instalaron a escondidas cámaras y micrófonos en la casa de Olga Ganusha. Y luego usaron las pruebas que supuestamente descubrieron como excusa para registrar su casa en junio de 2019. Los agentes también estuvieron revisando los cuadernos, libretas y cartas personales de Olga. Se presentaron cargos en su contra el 17 de agosto de 2020, y el juicio empezó el 4 de marzo de 2021. Se le acusa de los “delitos” de celebrar reuniones religiosas en su casa y participar en ellas, y también de hablar con otros sobre sus creencias. Al principio, Liudmila Ponomarenko y Galina Párkova eran parte del mismo caso, pero ahora las están juzgando por separado.
Durante los últimos dos años, tan complicados para ella, Olga ha visto que orar intensamente por cosas específicas le da fuerzas. Ella cuenta: “Todos los días he estado orando como nunca antes para que se santifique el nombre de Dios. Oro para que todos nuestros hermanos que están en centros de detención, en cárceles y bajo arresto domiciliario puedan dar un buen testimonio y tengan las fuerzas que necesitan. Y también oro para que tengan una fe sólida y confíen en que Jehová nunca nos abandona en los momentos difíciles”. Y, hablando de sí misma, ella añade: “Le pido a Jehová que me ayude a superar mis miedos, a confiar en él, y que haga de mí una columna de hierro y una muralla de cobre, como lo hizo con Jeremías. Quiero aguantar esta prueba de fuego, como los tres hebreos. También deseo comportarme con dignidad, igual que Jesús ante sus enemigos”.
No hay duda de que Jehová seguirá ayudando con su “mano derecha de justicia” a Olga y a los demás hermanos que están siendo perseguidos por sus creencias (Isaías 41:10).