Ir al contenido

Tribunal Regional de Oriol

11 DE JUNIO DE 2019
RUSIA

Palabras de Dennis Christensen ante el Tribunal Regional de Oriol el 16 de mayo de 2019

Palabras de Dennis Christensen ante el Tribunal Regional de Oriol el 16 de mayo de 2019

El jueves 16 de mayo de 2019, Dennis Christensen habló en su defensa por casi una hora durante la audiencia de apelación. A continuación podrá leer una transcripción (originalmente escrita en ruso) de las contundentes palabras que Dennis Christensen dirigió al tribunal.

Hace años, un hombre malvado dijo que “una mentira repetida muchas veces se convierte en una verdad”. En otras palabras, dijo que si alguien repite una mentira mil veces, se transforma en verdad. Esto ya ha pasado en otras ocasiones y ha causado mucho daño a personas inocentes.

Todo esto ocurrió hace tiempo, y lo lógico es que en el siglo 21, con tanta información disponible, no se repitan los mismos errores del pasado.

Pero parece que no es así. Se están volviendo a usar los mismos métodos contra mí y contra otros testigos de Jehová en Rusia. De nuevo, una mentira está causando graves problemas y haciendo daño a muchas personas inocentes.

En mi caso, se me acusa falsamente de continuar las actividades de la entidad religiosa de los testigos de Jehová de Oriol en secreto. Dicha entidad está prohibida y fue declarada extremista por un tribunal.

Esta acusación falsa se ha repetido en todo el juicio una y otra vez sin que existan pruebas. Al parecer, quieren convertirla en una verdad.

La verdad es que nunca he formado parte de la entidad religiosa de los testigos de Jehová de Oriol.

Sí, claro que soy creyente, soy testigo de Jehová. Mis amigos y yo asistíamos a reuniones organizadas por un grupo religioso que no tiene nada que ver con la entidad religiosa de los testigos de Jehová de Oriol. Pero esto es legal según el artículo 28 de la Constitución de la Federación de Rusia.

Yo no he participado en las actividades de la entidad religiosa de los testigos de Jehová de Oriol, que está prohibida, y no he violado ninguna ley rusa. Nunca he estado involucrado en nada que pueda considerarse extremista.

Muchos me han preguntado: “Si los testigos de Jehová son personas pacíficas, ¿por qué se les pinta como extremistas? ¿Qué es exactamente lo que han hecho para que se les llame extremistas?”. Yo les respondo: “No lo sé”.

Los testigos de Jehová aman al prójimo como a sí mismos. Hacen buenas obras para el beneficio de la comunidad. Son honrados, obedecen las leyes y pagan impuestos. ¿Dónde está su “extremismo”? Yo, personalmente, no lo sé. Y, durante las audiencias de este juicio, nadie me ha respondido esa pregunta.

Me acusan de continuar con las actividades de una pequeña entidad legal compuesta por aproximadamente 10 personas y que fue declarada extremista por un tribunal. ¿Cuándo y cómo he continuado con las actividades de esta entidad legal? ¿Cuál es exactamente la actividad extremista que he llevado a cabo?

No me han respondido ninguna de esas preguntas durante las audiencias. ¿Y saben por qué? Porque quieren que esa mentira se convierta en verdad repitiéndola una y otra vez.

Aquí en Rusia algunos intentan con todas sus fuerzas hacer creer que los testigos de Jehová son extremistas, pero eso no es justo y no hay nada más lejos de la verdad. Los testigos de Jehová no son extremistas. ¿Saben por qué?

Primero, porque los testigos de Jehová nunca toman las armas ni participan en conflictos violentos. En Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, estuvieron dispuestos a morir por negarse a servir en el ejército alemán, llamado Wehrmacht. No se unieron al frente oriental en la guerra ni mataron soldados soviéticos.

En la época de la Unión Soviética se les persiguió cruelmente y se les etiquetó de anticomunistas y enemigos de la nación. En cambio, ellos no mostraron odio a sus perseguidores.

Hoy, los testigos de Jehová son una hermandad internacional muy unida compuesta de personas de diferentes pueblos y naciones. Viven en paz y armonía con todos. Eso demuestra que, aunque somos distintos, es posible superar las diferencias que dividen a la humanidad.

Segundo, Rusia es el único lugar del mundo en el que se ha acusado a los testigos de Jehová de extremistas. Los testigos de Jehová adoran a Dios libremente y en paz en más de 200 países y territorios de todo el mundo. Son conocidos por ser personas pacíficas que no tienen absolutamente nada que ver con el extremismo.

Los testigos de Jehová están unidos por la misma enseñanza, que se basa en la Biblia y que los motiva a demostrar cualidades como amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad y autodominio.

La Biblia dice que esas cualidades forman parte del “fruto del espíritu”. Son cualidades que no crean problemas en la comunidad y no tienen nada en común con el extremismo, sino que benefician a la gente.

Tercero, incluso los expertos en derechos humanos han condenado la aplicación indebida de la ley rusa contra el extremismo en el caso de los testigos de Jehová. Muchos de los expertos han expresado claramente que esto atenta contra la reputación de Rusia, que afirma ser un estado democrático regido por leyes. Obviamente, no habrían condenado dicha aplicación de la ley si existiera alguna señal de extremismo entre los testigos de Jehová.

Cuarto, la comunidad internacional también ha condenado que se aplique la ley rusa contra el extremismo a los testigos de Jehová de Rusia. De hecho, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha insistido en que las autoridades rusas dejen de utilizar dicha ley en contra de los testigos de Jehová. Además, el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha expresado vez tras vez su preocupación de que Rusia esté aplicando esa ley en contra de los testigos de Jehová y, como resultado, se persiga a personas inocentes y pacíficas.

Jesucristo les advirtió a sus seguidores: “Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán” (Juan 15:20). a Con él se cometió una gran injusticia: se le acusó falsamente de extremismo, fue declarado culpable y luego ejecutado.

Pero nosotros no vivimos en el siglo primero ni en la Edad Media. Estamos en el siglo 21, un tiempo en el que se deberían respetar los derechos de todas las personas, como la libertad religiosa.

¿De verdad es posible prohibirle a una persona que crea en Dios y encarcelarla por ello? Yo creo que eso está mal. Eso solo ocurre en países totalitarios, no en estados democráticos regidos por leyes, y espero que Rusia sea, o intente ser, uno de esos estados democráticos.

Durante el juicio, he escuchado que algunas personas en Rusia piensan que alguien es extremista si cree que su religión es la verdadera y la practica abiertamente. Esto es totalmente ilógico, pues todas las personas religiosas creen que su religión es la verdadera. Si no fuera así, ¿por qué continuarían practicándola?

Si ese argumento fuera suficiente para juzgar a alguien de extremista, hasta Jesucristo encajaría con esa definición. Él le dijo a Poncio Pilato: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz” (Juan 18:37).

Con esas palabras, Jesús quiso decir que en la Biblia podemos hallar la verdad. Él predicó la verdad y se la enseñó a sus discípulos. Y no era la verdad en general, Jesús enseñó la verdad sobre el propósito de Dios. En pocas palabras, el propósito de Dios es que Jesús, descendiente o “hijo de David”, sea el Sumo Sacerdote y Rey del Reino de Dios.

Jesús explicó que el objetivo principal de su ministerio en la Tierra era enseñar la verdad acerca de ese Reino. ¿Cree la gente que Jesús fue un extremista por predicar el mensaje de la verdad?

Siguiendo el ejemplo de Cristo, los testigos de Jehová predican la verdad, escrita en la Biblia, de que el Reino de Dios es la única solución para todos los problemas de la humanidad. Ellos dan a conocer a todo el mundo lo que está escrito en la Biblia, la Palabra de Dios.

En una oración a Dios, Jesús dijo: “Santifícalos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad” (Juan 17:17). Por lo tanto, es muy importante que toda la gente aprenda la verdad que está en la Biblia. Las personas se benefician al hacerlo, y eso no tiene nada de extremista.

Los testigos de Jehová no son los únicos que valoran la Biblia. El científico ruso Mijaíl Lomonósov señaló: “El Creador le dio dos libros a la raza humana. En uno revela su grandeza y en el otro, su voluntad. El primer libro es el mundo que creó y que podemos ver [...]. Y el segundo libro, las Santas Escrituras”.

Sin duda, Lomonósov estudió con atención las Santas Escrituras, y su conclusión es correcta. Cuando observamos la creación, podemos aprender mucho acerca de Dios. Y podemos aprender aún más sobre él si leemos, estudiamos y analizamos su Palabra, la Biblia.

La Biblia dice de sí misma: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, [...] para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente y esté completamente equipado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16, 17). ¡Para toda buena obra!

En las reuniones cristianas a las que asistía y en las que participaba, hablábamos justamente de cómo hacer buenas obras a favor de los demás. Estas reuniones las efectuaba un grupo religioso que no tiene ninguna relación con la entidad legal de los testigos de Jehová de Oriol.

En los dos videos de nuestras reuniones religiosas, del 19 y el 26 de febrero de 2017, que vimos durante el juicio, quedó claro que no se dijo ni se hizo absolutamente nada que pudiera llamarse extremista. Analizamos enseñanzas de la Biblia que pueden ayudar a todas las personas. Las reuniones se celebraron en un ambiente pacífico y feliz, como es común en las reuniones de los testigos de Jehová.

Las enseñanzas bíblicas que estudiamos no perjudican a nadie. Al contrario, ayudan y consuelan a muchos. Por ejemplo, para quienes han sufrido la muerte de algún ser querido, la Biblia tiene esta promesa consoladora: “Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada” (1 Corintios 15:26).

La muerte es un enemigo temible para todos nosotros, pero no para Dios. Por eso, Isaías 25:8 dice: “Él realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro”.

¿Se imaginan? Ya no habrá funerales ni cementerios. Las lágrimas de felicidad reemplazarán a las lágrimas de tristeza cuando Dios cumpla su maravillosa promesa de resucitar a los muertos. Por fin sanará todo el daño causado por la muerte.

Saber eso me consuela porque he perdido a muchos seres queridos. Durante el tiempo que he estado en la cárcel, una persona muy cercana y muy importante para mí falleció. Me refiero a mi abuela, Helga Margrethe Christensen.

Ella fue la primera persona de mi familia que decidió estudiar la Biblia y hacerse testigo de Jehová. Le enseñó la verdad de la Biblia a mi padre y luego a mí. Muchas de las personas que la conocieron, vecinos, compañeros de trabajo y parientes, la querían y la respetaban.

Ella también quería y respetaba a los demás sin importar su religión, nacionalidad o color de piel. Trataba de ayudar a todo el mundo y hacía cosas buenas por sus vecinos. Desafortunadamente, es probable que algunos la llamaran extremista, aunque no creo que las personas razonables estuvieran de acuerdo.

Espero el día en que Dios le devuelva la vida y podamos volver a encontrarnos. Por desgracia, no pude estar en su funeral. Tampoco pude consolar a mi familia durante esos momentos difíciles porque estaba en el centro de detención debido a estas ridículas acusaciones de extremismo.

La esperanza de la resurrección que da la Biblia me anima y me asegura que no perdí a mi abuela para siempre. Sé que un día nos volveremos a ver cuando la Tierra esté limpia gracias al Reino de Dios. Estoy convencido de que, si esta esperanza me consuela a mí, también puede consolar a otras personas.

Otra enseñanza bíblica que analizamos en nuestras reuniones es que en el futuro la Tierra será un Paraíso. Entonces, habrá suficiente alimento para todos y la gente vivirá en paz. Nadie se enfermará, como dice la profecía de Isaías 33:24: “Y ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’. La gente que more en la tierra constará de los que habrán sido perdonados por su error”.

¿Hablar de estas promesas le causa un daño a la comunidad? Por supuesto que no. Estas promesas pueden darle esperanza y alegría a la gente. Jesús mismo dijo: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” (Lucas 11:28).

Creer o no en estas promesas es una decisión personal. Dios no obliga a nadie a servirle. Él dijo lo que podemos leer en Jeremías 29:11: “Porque yo mismo bien conozco los pensamientos que estoy pensando para con ustedes —es la expresión de Jehová—, pensamientos de paz, y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza”.

Dios nos ofrece la mejor forma de vivir. Él quiere que seamos sus amigos. Los testigos de Jehová animan a las personas a elegir esa forma de vivir, pues ser amigos de Dios lleva a la vida eterna. Nada de esto está relacionado con el extremismo. ¿En qué “actividad extremista” he participado? ¿Por qué quieren condenarme a seis años de cárcel?

No he hecho nada para que se me considere un delincuente o un extremista. Mis vecinos, la policía del lugar donde vivo y los agentes del centro de detención hablan bien de mí. Por eso, vuelvo a preguntar: ¿En qué “actividad extremista” he participado? ¿Por qué quieren condenarme a seis años de cárcel?

No lo entiendo y llevo dos años sin entenderlo. Quizás el tribunal de apelaciones pueda responder esas preguntas que el tribunal que me juzgó no respondió.

Como ya dije, estamos en el siglo 21, no en la Edad Media. La humanidad ha progresado. Y es muy triste que en Rusia se persiga otra vez y hasta se torture a las personas por su fe.

El 15 de febrero de 2019, siete testigos de Jehová fueron interrogados en Surgut. El Comité Ruso de Investigación utilizó métodos de tortura para obtener las respuestas que querían escuchar. El artículo 51 de la Constitución de la Federación de Rusia establece que todas las personas tienen derecho a no testificar contra sí mismas y contra sus familiares. Pero a estos testigos de Jehová se les negó ese derecho.

A ellos se les obligó a ponerse de rodillas con los brazos levantados. Los golpearon en la cabeza y en el cuerpo. Los humillaron por razones políticas y religiosas. Les pusieron una bolsa en la cabeza y la cerraron con cinta adhesiva alrededor del cuello para que no pudieran respirar. Luego les ataron las manos por la espalda y también les ataron las piernas. Los investigadores les gritaron e intentaron obligarlos a decir ciertas cosas. Algunos de los Testigos sintieron varias veces que estaban a punto de morir y perdieron el conocimiento por la asfixia. Después les echaron agua y les dieron descargas con pistolas eléctricas.

Todo está muy bien documentado por un grupo de expertos, pero no se ha iniciado ningún proceso judicial en contra del Comité de Investigación. Las autoridades sencillamente cerraron los ojos o argumentaron que los hermanos se habían hecho daño ellos solos. ¡Qué ridículo! ¡Qué mentira tan monstruosa!

Todo esto es una vergüenza para la historia moderna de Rusia. Espero que los culpables sean llevados ante un tribunal y castigados por lo que hicieron. ¿Cómo es posible que le hagan algo así a alguien? ¿Cómo es posible que estén usando los mismos métodos horribles y sádicos que usaron Hitler y Stalin? Espero que esto solo sea un error y que se corrija pronto.

El fallo emitido por el tribunal dice: “Es un delito y un acto que la ley castiga continuar con las actividades de una asociación religiosa que fue disuelta por una decisión judicial vigente debido a que realizaba actividades extremistas”. Esto es comprensible, pero ¿qué tiene que ver conmigo?

Nada de eso tiene que ver conmigo. Nunca he formado parte de la entidad legal de los testigos de Jehová de Oriol. Y de ninguna manera he continuado con sus actividades.

Mis actividades estaban relacionadas con mi vida cristiana dentro de un grupo religioso que no tiene nada que ver con la entidad legal de los testigos de Jehová de Oriol. Todas mis actividades eran legales de acuerdo con el artículo 28 de la Constitución de la Federación de Rusia.

Nunca consideré que mis actividades estuvieran dando continuidad a las actividades “ilegales” de la entidad religiosa de los testigos de Jehová de Oriol. De hecho, en una conversación telefónica que escuchamos en una de las audiencias le dije a un amigo: “Somos un grupo religioso. No somos parte de la entidad legal ni del Centro Administrativo”.

En vez de tomar esto en cuenta, el tribunal lo descartó y utilizó el falso testimonio de un testigo secreto llamado A. P. Yermolov, que es agente del Servicio Federal de Seguridad. El tribunal de apelaciones puede comprobar que A. P. Yermolov es en realidad Oleg Gennadyevich Kurdyumov.

Al principio, Oleg Kurdyumov declaró que no sabía nada y se amparó en el artículo 51 de la Constitución de la Federación de Rusia. Pero al día siguiente cambió su testimonio y usó el seudónimo de A. P. Yermolov. Después, volvió a usar ese seudónimo para dar más testimonios.

En el tribunal, cuando vimos los videos de las reuniones religiosas del 19 y del 26 de febrero de 2017, que no tenían relación con la entidad religiosa de los testigos de Jehová de Oriol, quedó claro que Oleg Kurdyumov era quien estaba grabando en secreto. Era muy obvio que él tenía la cámara. La cámara se movía cuando él se movía. Y, si alguien se acercaba, se escuchaba claramente que decía: “Hola, me llamo Oleg”.

Esto significa que, para empezar, actuaba como agente secreto del Servicio Federal de Seguridad cuando grababa nuestras reuniones. Luego, cuando usa su verdadero nombre, dice que no sabe nada. Pero al día siguiente miente ante el investigador usando un seudónimo y después vuelve a mentir ante el tribunal en su papel de testigo secreto. ¿Les parece justo?

Legalmente, los agentes del Servicio Federal de Seguridad tienen prohibido testificar ante un tribunal utilizando una identidad falsa. Pero la fiscalía, la oficina de la fiscalía y el juez del tribunal sencillamente cerraron los ojos y le permitieron presentar falso testimonio, que luego utilizaron en mi contra. No entiendo cómo es posible que el tribunal haya permitido esto.

Me sorprende todavía más que la fiscalía, es decir, la oficina de la fiscalía, permita que pase algo así. Ellos son los responsables de garantizar que se cumplan todas las leyes en Rusia y que no se viole ninguna. Pero esta vez no fue así, y sencillamente cerraron los ojos.

Pido al tribunal de apelaciones que no me malinterprete. No tengo nada personal en contra de ellos. Estoy seguro de que son personas buenas y agradables con las que algún día me encantaría tomar un café para reírnos de todo esto. Lo que no me gusta son las deficiencias de su trabajo. Su desempeño ha sido terrible, por no decir algo peor.

Comprendo que para el tribunal fue muy conveniente usar a un agente del Servicio Federal de Seguridad como testigo secreto. Un testigo secreto que no tiene escrúpulos, que miente con facilidad, que tuerce la verdad y que le dice al tribunal lo que haga falta para condenarme.

No se puede confiar en un testigo así. No se le puede considerar una fuente confiable de información. No está bien que se utilice a un testigo como ese para enviar a la cárcel a alguien que es inocente.

Hace unos dos años, en una de las muchas audiencias que se celebraron relacionadas con la extensión de mi encarcelamiento, le dije al tribunal que lo único que yo estaba pidiendo era que me devolvieran mi vida. Y sigo pidiendo lo mismo.

Tengo la sensación de que al encarcelarme no solo quieren aislarme de la sociedad y condenarme, sino que quieren mantenerme alejado para no llamar la atención y que no se sepa lo que está pasando.

La verdad es que creo que mi detención es ilegal y cruel. Quieren quitarme la oportunidad de defenderme apropiadamente y de hablar ante los medios de comunicación para expresar mi opinión de lo que me está pasando. Pero estoy seguro de que un día tendré esa oportunidad.

Sí, quiero que me devuelvan mi vida para volver a estar en paz y tranquilidad en esta hermosa ciudad al lado de mi esposa, Irina. No tengo vida desde hace casi dos años, estoy viviendo la que me imponen otros.

El Servicio Federal de Seguridad me ha difamado y ha ensuciado mi reputación. Han falsificado documentos y estudios hechos por expertos, y han usado testigos secretos que mienten ante el tribunal para inculparme.

Han hecho todo eso para hacer creer que yo, un cristiano pacífico, soy un extremista o una amenaza para la comunidad y para la seguridad nacional. Son acusaciones ridículas y absurdas.

Es lamentable que el tribunal haya aceptado estas acusaciones e ignorado los hechos. Por favor, señor juez, detenga esta injusticia y defienda la verdad. Le ruego que me devuelva mi vida.

Hace tres meses dije ante el tribunal: “El único resultado de este juicio que estoy dispuesto a aceptar es que me exoneren, me pongan en libertad, me pidan una disculpa y me den una compensación. No aceptaría menos que eso”. Y sigo pensando igual.

Cualquier otra decisión sería injusta y me obligaría a presentar una apelación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo. Si eso llegara a ocurrir, definitivamente yo ganaría el caso.

Cuando eso pase, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, personas de todo el mundo y, obviamente, funcionarios con gran autoridad en Rusia, incluyendo al presidente Vladimir Vladimirovich Putin, quedarán tan sorprendidos que se preguntarán por qué el tribunal de Oriol no vio lo evidente, por qué no vio que este juicio en mi contra se basó en una mentira que quisieron convertir en una verdad a fuerza de repetirla una y otra vez.

¿De verdad es necesario recorrer un camino tan largo para que se haga justicia? Si el tribunal de apelaciones hoy considera que es necesario, entonces me alegra informar a este tribunal, a los presentes y a quienes han seguido mi caso que estoy listo para seguir luchando.

No me voy a rendir. Sé que no soy culpable de esas acusaciones y que la verdad está de mi lado. Aunque sería una decisión totalmente injusta, no tengo miedo de que me envíen a una colonia penitenciaria.

No tengo miedo ni estoy preocupado. Tengo la conciencia tranquila y estoy en paz. Mi Dios, Jehová, nunca me dejará solo. Ya se están cumpliendo en mí estas hermosas palabras:

Jehová no es injusto,

jamás olvida mi obra fiel.

De mí no se separa;

nunca solo me sentiré.

Él es mi fiel Amigo,

él es mi Padre, él es mi Dios.

Me consuela, me protege,

me da amor.

Es todo. Gracias por escucharme.

a Dennis citó de la traducción sinodal rusa. Sin embargo, para facilitar la labor de traducción, aquí se usó la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras.