El 20 de julio de 2017, el tribunal del distrito Sovietski de Oriol alargó el arresto preventivo del señor Dennis Christensen hasta el 23 de noviembre de 2017. Christensen es un ciudadano danés testigo de Jehová que fue arrestado el 25 de mayo por agentes del Servicio Federal de Seguridad que iban acompañados de policías enmascarados fuertemente armados. Este grupo irrumpió en una pacífica reunión religiosa que se estaba celebrando en la ciudad de Oriol.

Los abogados del señor Christensen presentaron una petición de libertad bajo fianza y habían hecho los preparativos necesarios para cubrir el costo. Pero el tribunal rechazó la petición, a pesar de que el acusado no tiene denuncias por conducta violenta ni antecedentes penales.

Cabe destacar que tan solo unos días antes, el 17 de julio, la Sala de Apelaciones del Tribunal Supremo ruso había ratificado un fallo previo para disolver todas las entidades legales de los Testigos y prohibir sus actividades en todo el país. Después de perseguir a los Testigos durante más de diez años y tildarlos de extremistas, las autoridades rusas han conseguido prohibir sus actividades religiosas y que dicha acción parezca legal.

Kate Byrnes, encargada de negocios ad interim de la misión de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, afirmó lo siguiente sobre la situación general de los Testigos en Rusia: “Estamos preocupados por el veredicto que tomó el Tribunal Supremo el 17 de julio, en el que apoyó la prohibición de las actividades de los testigos de Jehová y la disolución del Centro Administrativo de los Testigos de Jehová y de sus 395 entidades legales por supuesta ‘actividad extremista’. Es terrible pensar que los más de 175.000 testigos de Jehová de Rusia puedan ser procesados judicialmente por tan solo practicar su religión. Nos preocupa el hecho de que las leyes contra el extremismo se usen cada vez más en Rusia para atacar a los miembros de minorías religiosas pacíficas”.