Un tribunal militar de Tayikistán pronto a anunciará su sentencia en el caso contra Rustamyón Nórov. Este joven testigo de Jehová, que ahora se encuentra en prisión preventiva, se enfrenta a una condena de entre dos y cinco años de cárcel por su objeción de conciencia. Lleva detenido desde el 1 de octubre de 2020.

Rustamyón Nórov

• Año de nacimiento: 1998 (Dusambé).

• Datos biográficos: Se dedicaba a renovar viviendas y restaurar muebles para ayudar económicamente a su familia. Le encanta jugar fútbol.

• Se bautizó en el 2016, con 17 años. Dos años después dejó la congregación de habla rusa en la que está su familia para ayudar en una congregación de lengua tayika.

En el 2016, Rustamyón se presentó voluntariamente en la oficina de reclutamiento. Explicó su postura neutral y solicitó hacer un servicio civil alternativo. Al año siguiente volvió a hacer lo mismo. Al subcomandante de la oficina de reclutamiento le impresionó la explicación de Rustamyón y respetó su postura. Durante los siguientes tres años no tuvo que presentarse para hacer el servicio militar obligatorio.

Sin embargo, el 24 de septiembre de 2020 lo llamaron para que fuera a la oficina de reclutamiento del distrito. Allí lo interrogaron durante tres horas, lo declararon apto para el servicio militar y trataron de hacerle un examen médico a la fuerza. Pero, cuando el padre de Rustamyón vio lo que estaba pasando, pidió que la oficina del fiscal revisara su caso.

Rustamyón y su padre, Batir, fueron a la oficina del fiscal el 1 de octubre. El fiscal hizo que un policía de distrito los escoltara a la oficina de reclutamiento del distrito. Pero, cuando llegaron, a Batir no lo dejaron entrar. Rustamyón pasó dos días detenido. No se había presentado ningún cargo en su contra ni lo habían llevado a juicio por ningún delito. Además, mientras estuvo detenido no le permitieron hablar con su abogado.

El 3 de octubre lo enviaron a una dependencia militar de la ciudad de Juyand, a unos 300 kilómetros (186 millas) de su familia en Dusambé. Durante los siguientes dos días fue trasladado a distintas dependencias militares de la misma ciudad.

El 6 de octubre le permitieron llamar a su familia y recibir visitas de su abogado. Sin embargo, el 17 de octubre un tribunal militar tayiko lo envió a prisión preventiva, donde permanecerá mientras la fiscalía continúe con la investigación y hasta que el tribunal tome una decisión sobre el caso. A Rustamyón se le acusa de falsificar su historial médico para evadir el servicio militar.

A pesar de estar detenido, Rustamyón no se desanima y confía completamente en Jehová. Se siente agradecido porque ha visto cómo Jehová le ha ayudado a reunir la fe y el valor que necesita para este juicio. También está muy agradecido por algo que le ocurrió en el 2013 y que fue una prueba inesperada. Ese año, las autoridades locales fueron a la escuela donde estudiaban él y su hermano menor, Ravshán, y se los llevaron a la fuerza a la oficina de reclutamiento militar para hacerles un examen médico. Rustamyón solo tenía 15 años y era demasiado joven para que lo reclutaran. Además, aún no se había bautizado como testigo de Jehová. Después de ese incidente, Batir, su padre, dedicó más tiempo durante la adoración en familia a enseñar a sus hijos a defender su neutralidad cristiana. En varias ocasiones Batir hacía de oficial de reclutamiento y los muchachos practicaban cómo iban a defender su fe.

Rustamyón dice: “Antes de que comenzáramos con las sesiones de práctica en familia, yo creía que estaba listo para defender mi fe. Pero, cuando mi padre hacía de oficial, me sorprendió lo nervioso y asustado que me sentí. Me di cuenta de que necesitaba pedirle a Jehová más fe y estudiar más para reforzar mi decisión de ser neutral. Y poco a poco mi miedo desapareció. Tomé la decisión de dedicar mi vida a Jehová, y me bauticé en la primavera del 2016”.

A Rustamyón también le animó pasar tiempo con otros testigos de Jehová mayores y de experiencia que habían estado en prisión por su fe. Él dice: “Sé perfectamente lo que me puede pasar por ser neutral. Si me meten en la cárcel, será todo un honor. Así podré santificar el nombre de Jehová en un territorio nuevo”.

El padre de Rustamyón comenta: “Nuestra familia está muy agradecida a Jehová por el enorme honor de hacer su voluntad, de poder ser herramientas en sus amorosas manos. Queremos decirle a nuestra familia espiritual que realmente sentimos su amor, sus oraciones y su apoyo, y que eso nos está ayudando a mantener la calma y a sentirnos cerca de Jehová. No estamos preocupados ni ansiosos. La paz de Dios protege nuestros corazones, tal y como Jehová nos lo asegura en su Palabra” (Filipenses 4:6, 7).