Mike Jalal y Natali Sa’ad pertenecen a una pequeña comunidad cristiana de testigos de Jehová en los Territorios Palestinos. Aunque están legalmente casados, no se les concede el certificado de matrimonio. Recientemente, y después de mucho esfuerzo, han obtenido el certificado de nacimiento de su hijo, Andrae. Los Sa’ad no son los únicos; otros matrimonios Testigos afrontan el mismo problema. Los testigos de Jehová son una religión que no está registrada legalmente en los Territorios Palestinos. Por eso, las autoridades se niegan a respetar sus derechos básicos del estatuto personal.

Los Sa’ad se casaron en Israel, donde un ministro de los testigos de Jehová ofició la boda. Sin embargo, el Ministerio del Interior de los Territorios Palestinos se niega a inscribir al matrimonio porque allí los Testigos no están reconocidos legalmente. Como las autoridades se niegan a reconocer al matrimonio y consideran que los hijos que nazcan de esa unión son ilegítimos, el Ministerio no quiere registrarlos. Los Sa’ad y otros padres Testigos intentaron una y otra vez que se corrigiera esta injusticia.

En el 2014, el Ministerio del Interior aceptó registrar a los niños. Los Sa’ad están contentos porque Andrae, nacido el 30 de enero de 2012, por fin ha obtenido una identidad legal. Los padres de Maya Jasmin, Laura, y Cristian, que aparecen en la fotografía, también están agradecidos de que el Ministerio del Interior haya emitido los certificados de nacimiento de sus hijos, en los que se les identifica como “cristianos”.

Los niños ya tienen la debida documentación y disfrutan de los mismos derechos que el resto de los ciudadanos. Ahora los padres pueden cruzar las fronteras con sus hijos sin problema y matricularlos en la escuela.

A pesar de este logro, las autoridades siguen denegando los certificados de matrimonio a los Sa’ad y a otros siete matrimonios Testigos. Como consecuencia, hay quienes los discriminan porque erróneamente creen que viven juntos sin estar casados y que, por lo tanto, mantienen una relación inmoral.

Debido a la falta de reconocimiento del gobierno, los cónyuges han de pagar los impuestos por separado y tener cuentas bancarias diferentes. En caso de urgencia médica, no se admite que un cónyuge decida sobre el tratamiento del otro. Si uno de ellos muere, la pareja y los hijos no pueden heredar los bienes del fallecido. A las familias no se les permite enterrar a sus seres queridos de acuerdo con sus creencias cristianas. Tienen que enterrarlos en un cementerio islámico, en una zona dispuesta para quienes no son musulmanes.

En septiembre de 2010, los testigos de Jehová presentaron una solicitud ante las autoridades de los Territorios Palestinos para lograr el reconocimiento legal. Pasaron más de dos años, y no obtuvieron respuesta. Por eso, presentaron una demanda ante el Tribunal Superior de Ramala, en la que solicitaban el registro legal. El tribunal rechazó la petición en octubre de 2013 basándose en tecnicismos.

Desde entonces, los Testigos han tomado más medidas legales y se han reunido con las autoridades para resolver el problema. Sin embargo, el caso no ha avanzado debido a la despreocupación del gobierno.

Philip Brumley, asesor jurídico de los testigos de Jehová, dijo: “Hace casi cien años que los Testigos están presentes en Ramala y en la zona. Agradecen que las autoridades les permitan practicar su religión libremente. Sin embargo, la discriminación religiosa que impide el reconocimiento legal de los testigos de Jehová no debería repercutir en sus derechos humanos fundamentales”.

Los Testigos reconocen que las autoridades palestinas han actuado a favor de los derechos del estatuto personal al otorgarles los certificados de nacimiento. Las parejas que actualmente no disponen de un certificado de matrimonio son optimistas y piensan que las autoridades resolverán las cuestiones pendientes referentes al estatuto personal y, finalmente, inscribirán su religión en el registro legal.