El 30 de junio de 2016, unos policías arrestaron a Mansur Masharipov, de 32 años, cuando estaba en un parque de Asjabad (Turkmenistán). La policía lo había estado investigando desde el verano de 2014 por sus actividades religiosas como testigo de Jehová. Mansur fue acusado de golpear a un agente de la ley, aunque en realidad había sido la policía quien lo había atacado duramente a él. De hecho, en el pasado, Mansur ya había sido maltratado, e incluso torturado, por participar en actividades religiosas pacíficas. El 18 de agosto de 2016, un tribunal de Turkmenistán lo sentenció a un año de cárcel en una colonia penitenciaria para presos comunes. Mansur ha apelado esta decisión.