Del 23 al 31 de julio de 2022, durante la asamblea “Busquen la paz”, muchas personas se bautizaron como testigos de Jehová tanto en Ucrania como en otros países a los que habían huido. Para el 2 de agosto se habían bautizado 1.113 personas. Un Testigo que está en Ucrania dijo: “Ni siquiera la guerra puede detener la obra de hacer discípulos, porque Jesús prometió: ‘Estaré con ustedes todos los días’” (Mateo 28:20).

Nos alegra contarles algunas experiencias.

Natalia, que tiene 63 años, es de Kreminna, de la región de Lugansk. Ella y sus dos hijas empezaron a estudiar la Biblia con los Testigos en los años noventa. Sus hijas dieron los pasos necesarios para ser testigos de Jehová y se bautizaron, pero ella no. Cuando estalló la guerra, una familia de Testigos huyó a un lugar más seguro y se llevaron con ellos a Natalia. Después, en Ivano-Frankivsk, pudo refugiarse en un Salón del Reino.

Natalia cuenta: “Después de aquellos bombardeos tan horribles, ya ni recordaba lo que era sonreír. Los hermanos demostraron que me querían de verdad. Me sorprendió mucho lo bien que me cuidaron. Fue en ese momento cuando despertó mi amor por Jehová. Leí mucho la Biblia, y una hermana me ofreció un curso bíblico con el libro Disfrute de la vida. Para mí, ella fue un regalo de Jehová. Estoy muy feliz de haberme bautizado como testigo de Jehová. Ahora quiero vivir de acuerdo con el mandamiento más importante, que dice: ‘Ama a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’” (Mateo 22:37).

Olia, de Cherkassi, era publicadora no bautizada cuando estalló la guerra. El 6 de marzo tuvo que huir a Polonia con su hija y su nieta. Ella cuenta: “Llegamos solo con nuestras mochilas de emergencia, pero los hermanos de la congregación cuidaron de nosotras. Todo esto me convenció de que la organización de Jehová está unida y de que él la guía con su espíritu. Después de haber vivido una experiencia así, estoy más convencida que nunca de querer dedicarle mi vida a Jehová. Él me ayudó en los momentos más difíciles, y ahora quiero servirle y mostrarle toda mi gratitud”.

Yulia, de 18 años, es de la región de Donetsk. Aunque su familia es testigo de Jehová, ella no se había bautizado. Yulia nos cuenta una experiencia por la que pasó poco después de que iniciara la guerra. “Estaba tirada en el suelo, pensando que podría morir en cualquier momento. La calle donde vivía mi familia había quedado completamente destruida, pero nosotros sobrevivimos. Después de pasar por todo eso, y después de orar a Jehová y meditar en sus cualidades, me sentí más cerca de él y dejé de dudar: tenía que dedicarle mi vida. Jehová me mostró lo cerca que estaba de mí al contestar mis oraciones. Antes solo sabía de Dios, pero ahora lo amo”. Yulia se bautizó el 23 de julio.

David tiene 11 años. Él y su familia huyeron a Alemania cuando estalló la guerra. Era publicador no bautizado desde los nueve años. David está deseando alcanzar sus metas para servir más a Jehová. Él nos cuenta: “Decidí bautizarme porque amo a Jehová y quiero ser su amigo. El día de mi bautismo lloré de alegría porque ahora ya era parte de la hermosa familia de Jehová. Me encanta enseñar a las personas sobre Jehová y su propósito. Por eso, mi siguiente meta es ser precursor. También quiero ayudar a los hermanos de la congregación y espero algún día ser siervo ministerial. Mi sueño es servir en Betel; he soñado con esa meta desde que visité la sucursal en Leópolis [Lviv] en el 2018”.

Olena, de Kiev, empezó a predicar con los Testigos en el 2011, pero luego estuvo inactiva por 10 años. En el 2020, los ancianos de la congregación se pusieron en contacto con ella y le dieron el folleto Jehová desea que vuelva. Ella dice: “Empecé a estudiar la Biblia de nuevo y a asistir a las reuniones, pero al poco tiempo volví a dejarlo. Jehová respondió mis oraciones durante la guerra, y me di cuenta de que él me había protegido, me había mostrado su amor y me había dado la paz que necesitaba. Hui a Rumania y encontré a los Testigos. Allí los hermanos me cuidaron y me demostraron su amor. Aquello fue como si Jehová me envolviera con una manta cálida”. Olena se bautizó el 24 de julio. Ella termina diciendo: “Le agradezco a Jehová por ser tan paciente conmigo. Ahora sé que ‘tengo fuerzas para todo gracias a aquel que me da poder’” (Filipenses 4:13).

Los siguientes datos provienen de informes confirmados de los testigos de Jehová de la zona. Sin embargo, es posible que los números sean más altos, porque es difícil comunicarse con todas las regiones del país. Para el 2 de agosto de 2022, estas eran las cifras sobre la situación en Ucrania:

• 43 testigos de Jehová perdieron la vida.

• 97 Testigos resultaron heridos.

• 22.568 Testigos están desplazados actualmente.

• 586 casas fueron destruidas.

• 613 casas sufrieron daños graves.

• 1.632 casas sufrieron daños menores.

• 5 Salones del Reino fueron destruidos.

• 10 Salones del Reino sufrieron daños graves.

• 37 Salones del Reino sufrieron daños menores.

• 27 Comités de Socorro siguen trabajando en Ucrania.

• Los comités ayudaron a 53.836 personas a encontrar alojamiento en zonas más seguras.

• 24.867 testigos de Jehová han abandonado el país y están recibiendo la ayuda de otros Testigos.