El conflicto que existe desde hace cuatro años en algunas zonas de las regiones de Lugansk y Donetsk, en el este de Ucrania, ha empeorado las condiciones de vida en esos lugares y les ha causado dificultades a la mayoría de los habitantes. En el caso de los testigos de Jehová que viven en esas zonas, la situación es aún peor debido al aumento de la intolerancia religiosa. Según parece, las autoridades locales están influenciadas por las últimas decisiones que han tomado los tribunales rusos de prohibir las actividades religiosas de los testigos de Jehová. Algunas autoridades locales están siguiendo el ejemplo de Rusia al usar métodos ilegales para incriminar a los Testigos que viven en las zonas que están bajo su control y están poniendo en peligro su libertad religiosa.

Las autoridades de estas regiones están siguiendo las mismas tácticas que los fiscales de Rusia y están falsificando pruebas a fin de justificar las acusaciones contra los testigos de Jehová.

• En julio de 2017, el Tribunal Supremo de la República Popular de Donetsk añadió a su lista de publicaciones extremistas dos artículos que aparecieron en las revistas religiosas de los Testigos. A los Testigos no se les notificó del proceso judicial ni han podido obtener una copia de la resolución, que es de aplicación inmediata, para poder solicitar la apelación.

• En agosto de 2017, las fiscalías de Novoazovsk y Debaltsevo enviaron cartas de advertencia a los Testigos de esas regiones para ordenarles que no distribuyeran sus revistas religiosas, La Atalaya y ¡Despertad!, sin obtener primero un permiso. Con esto, las autoridades obstaculizan la distribución de publicaciones religiosas que ni siquiera se han declarado extremistas y amenazan con responsabilizar a los ancianos de congregación por la distribución de cualquier publicación de los Testigos. Más adelante se envió una advertencia parecida a los Testigos de la ciudad de Makejevka.

• El 4 de agosto de 2017, unidades especiales antiterroristas, soldados y policías interrumpieron los servicios religiosos de los testigos de Jehová en las ciudades de Alchevsk y Lugansk, alegando que había una amenaza de bomba. Después de sacar a los asistentes de los edificios, los agentes revisaron la documentación de todos ellos. *

En Alchevsk, los agentes grabaron la inspección del edificio, en la que supuestamente buscaban una bomba. En la búsqueda hallaron unas pocas publicaciones religiosas de los Testigos. También “encontraron” panfletos con propaganda en contra de la República Popular de Lugansk * que los mismos agentes habían colocado allí.

Varias semanas después de las redadas en los Salones del Reino, las autoridades de Lugansk calificaron sin ninguna base a los testigos de Jehová de enemigos del Estado. El 28 de agosto de 2017, el viceministro de Seguridad de la República Popular de Lugansk, Oleksandr Basov, hizo una declaración oficial en la que difamó a los testigos de Jehová. En ella mencionó que la propaganda “encontrada” en el Salón del Reino de Alchevsk prueba que los Testigos apoyan a grupos que se consideran terroristas en Lugansk.

Ivan Riher, portavoz de los testigos de Jehová de Ucrania, dijo: “La propaganda que mencionó el viceministro Basov que se ‘encontró’ en el Salón del Reino fue colocada allí por el mismo grupo que la encontró. Es posible, tal como se alega, que se distribuyera propaganda de ese tipo en Alchevsk, pero definitivamente no la distribuyeron los testigos de Jehová. Ellos son neutrales, como demuestran los cientos de Testigos de todo el mundo que están encarcelados por su objeción de conciencia al servicio militar. Ningún testigo de Jehová ha luchado en ninguno de los bandos del conflicto en Ucrania”. *

Algunos testigos de Jehová de la zona han informado que las autoridades les han impedido hablar de sus creencias con otros y les han advertido que no sigan haciéndolo, aunque aún no les han impuesto ningún cargo. Además, muchos Testigos han informado que el Servicio de Seguridad los ha citado para presentarse ante las autoridades. Una vez allí, los interrogan, los intimidan y los presionan para que revelen los nombres de quienes organizan sus actividades religiosas. Las autoridades locales también han entrado en sus lugares de reunión y han interrumpido sus servicios religiosos.

La presión que sufren los testigos de Jehová y el aumento de la discriminación religiosa contra ellos en algunos territorios de Lugansk y Donetsk es más que hostigamiento, es persecución religiosa y representa una amenaza para la libertad de religión. Los testigos de Jehová tienen que ser cada vez más prudentes y están buscando vías legales que les permitan seguir llevando a cabo sus actividades religiosas pacíficas.