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13 DE FEBRERO DE 2015
UCRANIA

Se confiscan lugares de culto en el este de Ucrania

Se confiscan lugares de culto en el este de Ucrania

En el este de Ucrania, grupos armados se han apoderado de algunos Salones del Reino (lugares de culto) de los testigos de Jehová. Los locales confiscados están ubicados en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde estalló un conflicto bélico hace varios meses. Los Testigos se han convertido en objeto de intolerancia por parte de estos grupos armados, quienes consideran que esta confesión no merece ni el derecho a la libertad religiosa ni el derecho a reunirse.

Los testigos de Jehová de Ucrania han gozado de libertad religiosa por más de veinte años. Vasyl Kobel, un representante de la sucursal de los Testigos en Lviv, declaró: “Siempre hemos podido reunirnos en nuestros lugares de culto para leer la Biblia y orar. Además, nos hemos esforzado por ayudar a los vecinos. Pero en los últimos meses, los disturbios que están teniendo lugar en el este de Ucrania han alterado terriblemente la vida de la gente. Y los Testigos no hemos sido una excepción; también hemos sido víctimas de la ola de violencia”.

Vasyl Kobel hablaba en nombre de 150.000 Testigos que viven en Ucrania. Aunque miles de ellos han huido de la zona de guerra en los últimos meses, unos 17.500 que permanecen en las regiones de Donetsk y Lugansk intentan seguir con sus vidas a pesar del conflicto. Puesto que sus Salones del Reino han sido confiscados, miles de Testigos se han quedado sin ningún lugar donde reunirse. Muchos se ven obligados a usar hogares particulares donde apenas tienen espacio. Otros tienen que hacer trayectos de hasta dos horas para asistir a sus reuniones religiosas.

Confiscan sus lugares de culto por el odio religioso

Los Testigos que han visto cómo tomaban por la fuerza sus salones no son simples víctimas casuales del conflicto. En realidad, han sufrido ataques discriminatorios por sus creencias. Un oficial de uno de los grupos armados dijo que su objetivo era “eliminar a los testigos de Jehová”, pues, en su opinión, la Iglesia ortodoxa es la única religión que puede existir en la zona. Otro oficial dijo: “Es el fin de los testigos de Jehová”. A pesar de estas amenazas, los Testigos están resueltos a seguir llevando a cabo su obra en Ucrania.

Aunque ningún Testigo ha resultado herido cuando han tomado por la fuerza sus locales de culto, su seguridad y su derecho a reunirse se ven amenazados. Por ejemplo, una vez, unos hombres armados irrumpieron en un Salón del Reino de la ciudad de Górlovka (Donetsk) mientras se celebraba una reunión religiosa, causando pánico entre los asistentes, muchos de los cuales eran personas mayores, mujeres o niños. En otra ocasión, unos Testigos se llevaron una enorme sorpresa cuando llegaron a su Salón del Reino y vieron que las cerraduras habían sido cambiadas y que el local se estaba utilizando como cuartel militar.

Cómo han respondido los testigos de Jehová

Vasyl Kobel explicó: “La sucursal de los testigos de Jehová de Lviv se ha comunicado con varios ministerios del gobierno y otras autoridades para informarles acerca de la apropiación ilegal de las propiedades. De este modo, el gobierno está al tanto de que no somos responsables de las cosas que ocurran en esos locales ni de lo que hagan quienes los confiscaron”. Además, la sucursal indicó a quienes dirigen las congregaciones de los Testigos en Donetsk y Lugansk que hicieran todo lo posible por garantizar la seguridad de cada uno de ellos. Se les recordó que la vida de las personas es más importante que los edificios, por lo que no deben hacer nada que ponga en peligro la vida de ningún Testigo.

Debido a los disturbios que están teniendo lugar en la zona, de momento no hay posibilidad de exigir legalmente que se devuelvan los Salones del Reino. La confiscación de sus lugares de culto ha causado muchas dificultades a los Testigos, pero esto no impedirá que sigan practicando su fe. Mientras tanto, confían en que algún día recuperarán sus Salones del Reino y podrán volver a reunirse en paz y sin las incomodidades que ahora sufren.