Cursos bíblicos desde un teléfono público
Daiane es una testigo de Jehová de Brasil que es precursora. Un día, mientras predicaba por teléfono, conversó con un matrimonio joven que mostró interés en el mensaje de la Biblia. Pero le comentaron que se iban a mudar a un pueblito aislado, y no tendrían ni electricidad ni internet. Además, allí no vivía ningún testigo de Jehová. Así que el matrimonio le dio a Daiane el número de un teléfono público del pueblito, y quedaron un día y a una hora en específico para seguir hablando de la Biblia.
Daiane llamó al teléfono público a la hora que habían acordado, y el matrimonio contestó. En solo dos semanas, conversaron tres veces por teléfono.
Sin embargo, después de esas dos semanas, la pareja ya no contestó más. Daiane no se rindió y continuó llamando tres veces a la semana. Así empezó a hablar de la Biblia con cualquiera que contestara el teléfono. Al final, Daiane comenzó varios cursos bíblicos.
Un día, mientras ella y su esposo le estaban dando clases de la Biblia a un joven de este pueblito, un líder religioso de allí escuchó la conversación y se puso al lado del joven para oír mejor. El señor pidió hablar con Daiane y su esposo para decirles que lo que había escuchado le había gustado tanto que también quería estudiar la Biblia.
Con el tiempo, Daiane y su esposo comenzaron a darles clases de la Biblia a seis personas que vivían en este pueblo tan aislado, entre ellas al líder religioso. Algunos ya se han conectado a las reuniones usando ese mismo teléfono público. Uno de los estudiantes incluso hizo un banco para que todos pudieran sentarse mientras reciben sus clases de la Biblia.
Daiane y su esposo están muy contentos por la oportunidad que han tenido de llevar el mensaje del Reino a un lugar tan remoto. Ella dice: “Jehová se encarga de que las buenas noticias lleguen a todos, incluso a quienes viven en lugares tan apartados como este”.