Unas intensas lluvias provocaron inundaciones insólitas en Europa central en junio de 2013. A lo largo de casi todo su recorrido por Hungría, el río Danubio alcanzó el nivel de agua más alto que jamás se había registrado.

En vista de la situación de emergencia, el Ministerio de Recursos Humanos del país pidió a la sucursal de los testigos de Jehová de Hungría que ayudaran al gobierno a poner en marcha ciertas medidas necesarias para proteger a la población. La sucursal, a su vez, solicitó a las congregaciones de Testigos ubicadas a lo largo del Danubio su colaboración en las tareas de prevención que organizaron las autoridades locales.

La respuesta de las congregaciones fue extraordinaria. Durante varios días, más de 900 Testigos de 72 congregaciones ayudaron a contener el río. Se les pidió que llevaran una tarjeta de identificación con su nombre, su ciudad y las palabras Testigos de Jehová.

En una de las ciudades, un representante de la Cruz Roja Húngara envió el siguiente mensaje a una de las congregaciones: “Se merecen nuestro agradecimiento y respeto. No todos los días vemos personas tan unidas y dispuestas a ayudar como ustedes. Y no podemos olvidar que muchos vinieron desde muy lejos. Me gusta decirles a los ciudadanos de nuestra comunidad que ustedes nos han dado un gran ejemplo”.

Además, la sucursal recibió una carta de parte del presidente de una organización de ayuda a los damnificados, quien es miembro del Parlamento de Hungría, en la que agradecía la buena colaboración de los Testigos.