Un siglo alabando a Dios con música
“Quiero que vayas a los estudios Columbia, en Nueva York, para que cantes uno de nuestros himnos y te hagan una grabación profesional. No se lo cuentes a nadie.”
A finales de 1913, William Mockridge cumplió con esta peculiar misión que le encargó Charles Taze Russell. a Aquella conocida canción, llamada “The Sweet By-and-By” (“El día sin igual”, según aparece en uno de los primeros cancioneros en español de los testigos de Jehová), se grabó en discos de 78 revoluciones por minuto. Más tarde, William se enteró de que se usaría en la introducción musical del “Foto-Drama de la Creación”, una presentación en la que se proyectaban películas e imágenes a color pintadas sobre cristal al mismo tiempo que se reproducían grabaciones de sermones bíblicos y piezas musicales. El “Foto-Drama” se estrenó en Nueva York en enero de 1914.
La grabación de William aparecía en uno de los más de 50 discos que los operarios ponían en los gramófonos durante la presentación en inglés del “Foto-Drama”. La mayoría de la música del “Foto-Drama” había sido producida por personas ajenas a la organización de los Estudiantes de la Biblia. Sin embargo, dicha organización encargó la grabación de algunas canciones, como la de William. Se trataba de melodías ya existentes, pero la letra se tomaba del Himnario de la Aurora del Milenio en inglés, uno de sus cancioneros.
Se da atención a las palabras
Durante muchos años, los testigos de Jehová cantaban himnos escritos por otras personas, pero cuando la letra no armonizaba con su forma de entender las Escrituras, la cambiaban.
Por ejemplo, una de las canciones del “Foto-Drama” se titulaba “Our King Is Marching On!” (“¡Aquí está nuestro rey!”, según aparece en el Himnario de la Aurora del Milenio en español), y era una adaptación de la canción “The Battle Hymn of the Republic” (El himno de batalla de la República). Este himno empezaba con la frase: “Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”. Pero los Estudiantes de la Biblia cambiaron la letra para que dijera: “Mis ojos ya contemplan la presencia del Señor”. Con este cambio quisieron reflejar su creencia de que el reinado de Cristo no abarca tan solo el momento puntual de la venida de Jesús sino su presencia durante un período determinado de tiempo (Mateo 24:3).
En 1966 se publicó “Cantando y acompañándose con música en su corazón”. Este nuevo cancionero fue el fruto de un esfuerzo por eliminar melodías basadas en piezas musicales seglares o religiosas. Ese año, los Testigos formaron una pequeña orquesta para grabar la música de las 119 canciones del cancionero. Las congregaciones usaban dichas grabaciones para cantar en sus reuniones, y algunos Testigos también disfrutaban de escucharlas en casa.
En el 2009, los testigos de Jehová publicaron otro cancionero, titulado Cantemos a Jehová. También grabaron versiones con coro y orquesta en decenas de idiomas. En el 2013, empezaron a publicar videos musicales para niños. Uno de ellos se titula Dondequiera que esté puedo orar. Cada mes se descargan de jw.org millones de canciones.
Muchas personas han expresado agradecimiento por esta música. Una mujer, de nombre Julie, escribió respecto al cancionero Cantemos a Jehová: “¡Las canciones nuevas son preciosas! Cuando estoy a solas, pongo las que mejor expresan cómo me siento. Esto me permite darme cuenta de cómo se ha ido estrechando mi relación con Jehová. Estoy más resuelta que nunca a darle lo mejor de mí”.
Heather, que tiene dos hijos, uno de siete y otro de nueve, cuenta cómo el video musical Dondequiera que esté puedo orar ha llegado al corazón de sus niños. Ella dice: “Los ha motivado a orar, no solo cuando se levantan o cuando están con nosotros, sino en cualquier momento en que quieran hablar con Jehová”.
a Charles Taze Russell (1852-1916) dirigía la organización de los Estudiantes de la Biblia, como se llamaba entonces a los testigos de Jehová.