Un grupo de voluntarios transforma la propiedad de Tuxedo
Faltan quince minutos para las siete de la mañana, y el cielo está despejado sobre Tuxedo (Nueva York). Una tenue capa de hielo cubre el pequeño lago junto al edificio de cuatro plantas al que entran hombres y mujeres en ropa de trabajo. Han salido muy temprano de sus casas o alojamientos. Algunos vienen de cerca, y otros desde puntos más lejanos del estado de Nueva York, como Patterson, Wallkill y Brooklyn, a unos 80 kilómetros (50 millas) de distancia.
En realidad, la mayoría no son de Nueva York, sino que proceden de todos los rincones de Estados Unidos y más allá. Todos son voluntarios. Algunos se quedarán por una semana, otros por seis, y otros por más tiempo. Pagaron el viaje de su propio bolsillo y no reciben salario. Con todo, están felices de colaborar en este proyecto.
Hoy han venido a trabajar 120 voluntarios, pero en los próximos meses habrá muchos más. Entran ordenadamente en el comedor, se sientan en mesas de diez plazas y se van sirviendo café. Mientras tanto, de la cocina sale un agradable aroma: se están preparando huevos con tocino. A las siete en punto, comienza la transmisión del análisis de un texto bíblico, la cual puede verse en unos monitores. Quince minutos después, los meseros sirven el desayuno. Además de los huevos y el tocino, traen pan y avena. ¡Qué banquete!
Tras una oración de conclusión, todos se marchan a comenzar sus labores. Quienes trabajan en la construcción conversan alegremente mientras se ponen los cascos, los cinturones cargados de herramientas y las gafas y chalecos de seguridad.
¿Qué están haciendo aquí? Transformando las antiguas instalaciones de la empresa papelera International Paper Company en el centro de operaciones para la construcción de la nueva sede mundial de los testigos de Jehová. Esta se levantará en un solar cercano, ubicado en la localidad de Warwick. Y aquí, en Tuxedo, se están preparando habitaciones, oficinas, talleres y almacenes. El martes 12 de marzo de 2013, la junta de urbanismo de Tuxedo aprobó de forma condicional el plano de situación.
¿Cómo se recibe a los voluntarios temporeros? William, de Nueva Jersey, que se está alojando en un edificio de los Testigos, cuenta: “Cuando llegas, los hermanos de la recepción te dicen dónde está tu habitación, te explican cómo llegar a los distintos sitios, cómo usar tus llaves... todo lo que necesitas saber. Son superamables. Ya en Tuxedo, después del desayuno, vas y conoces al encargado de tu equipo, quien te dice lo que tienes que hacer”.
¿Y cómo es el trabajo aquí? Yajaira y su esposo, quienes han venido de Puerto Rico, trabajan en la instalación de paneles de yeso. Ella cuenta: “Nos levantamos a las 4:30 de la madrugada. Dejamos el apartamento listo, nos tomamos un cafecito y entonces nos llevan a todos juntos al trabajo. De regreso, estamos cansadísimos. Pero no importa, porque hemos estado todo el día riéndonos. Aquí la gente siempre está contenta”.
Zach y Beth —un matrimonio del estado de Minnesota— colaboran en la preparación del terreno en la boscosa propiedad de Warwick. Al preguntarles por qué se ofrecieron, Beth contesta: “No hay nada mejor que servir a Jehová. Queríamos poner nuestras habilidades a su disposición”.